La música como herramienta de la paz
Mtro. César Cervantes Martínez
Director de Difusión de la Cultura y las Artes
Universidad Instituto Irapuato
En días pasados celebramos el Día Mundial de la Paz, fecha que la Asamblea General de las Naciones Unidas, impulsa con el objetivo de construir un mundo libre de discriminación racial, en el que la compasión y la empatía estén por encima del odio y la sospecha, el tema del año 2022 es: «Pon fin al racismo. Construye la paz».
Esto me hizo reflexionar sobre ¿qué herramientas necesitamos para lograr la paz?, el ¿cómo? es fundamental y si bien no presento una solución concreta, considero que uno de los elementos de los cuales podemos aferrarnos es el arte.
El niño, el joven, el adulto que aprende a tocar un instrumento o que usa su voz para crear música, logra enfocar su atención en situaciones que van más allá de una cuestión física, quien hace música tiene la sensación de éxtasis, de libertad, de amor, de orden y de superación cada día que va mejorando su técnica.
Es bien sabido que la música es una herramienta que ayuda a las personas a poder expresar sentimientos o bien, potencializarlos; ¿cuántas veces no hemos puesto música para sentirnos más tristes o más contentos? Es decir, la música eleva nuestra sensibilidad.
Para lograr más destreza en la música, se necesita “constante perseverancia y trabajo”, para ello hay que asistir a clases constantes, practicar, investigar y hasta cierto punto ser autodidacta, todo esto hace que la música sea un proceso formativo en la persona quien lo ejecuta.
En un mundo en donde la sensibilidad resulta primordial para poder acercarnos a la felicidad, quien es sensible a sus emociones, será más sensible a las necesidades de su entorno, familia, vecinos, amigos, ciudadanos y al lograr ello encontraremos que la vida tiene más sentido cuando estamos en una interdependencia armoniosa con nosotros mismos y con nuestra comunidad.
Finalmente, la música es un generador de hábitos que evitan malos pensamientos, una persona que ocupa su tiempo en el arte, no tiene en mente actitudes violentas, entre ellas la discriminación como lo plantea el Día Mundial de la Paz. Pero, podrías preguntarte “hay artistas que han hecho atrocidades”, ese es otro tema y otro tratamiento. Lo que sí puedo asegurar en mi experiencia como docente de estas disciplinas es que, al educar a nuestros jóvenes en la música, estaremos formando ciudadanos sensibles a su entorno.
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