Daniel Alberto Díaz Martínez
El bien más importante e irremplazable al que todos los seres humanos tenemos derecho es la salud en su sentido más amplio. Un derecho plasmado en el artículo cuarto de la Constitución; la salud incluye el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente y que contempla la atención sanitaria desde la etapa de gestación hasta la muerte.
La salud debe ser de acceso libre, oportuno, respetuoso y sin limitaciones a servicios médicos preventivos, de diagnóstico, tratamientos, medicamentos, y cuidados paliativos humanitarios necesarios durante la última etapa de la vida; todo con calidad, así como máxima seguridad en la atención.
El pasado 7 de abril de 2023, en el marco del Día Mundial de la Salud, la Organización Mundial de la Salud celebró su 75 aniversario. Fue en 1948 que los países del mundo se unieron y fundaron la OMS para promover la salud, preservar la seguridad del mundo y servir a los vulnerables, de modo que todas las personas, en todas partes, puedan alcanzar el más alto grado de salud y bienestar.
La OMS nos brinda la oportunidad de reflexionar los éxitos de la salud pública que han mejorado la calidad de vida durante las últimas siete décadas. También es una oportunidad de motivar la acción para hacer frente a los retos sanitarios de hoy y de mañana.
Necesitamos comunidades que tengan acceso a servicios de salud de alta calidad que les permitan cuidar su propia salud y de la de sus familias; profesionales de la salud altamente calificados, que presten una atención centrada en las personas; y de la gestión y elaboración de políticas con la inversión necesaria para alcanzar y sostener la cobertura sanitaria universal.
En Guanajuato los centros de salud son la evidencia que demuestra un enfoque de atención primaria de salud, y es la forma más eficaz de acercar los servicios de salud y bienestar a las personas, mismos que tienen una cobertura en los 46 municipios del Estado.
Invertir de manera eficiente en sistemas de salud sólidos es fundamental para una sociedad próspera. Aumentar la financiación pública para la salud y reducir los gastos directos salva vidas, al tiempo que promueve los objetivos de desarrollo sostenible.
Impulsar y crear entornos de vida saludables en nuestros municipios y comunidades pueden transformar la vida de las personas e impulsar el desarrollo social y, Guanajuato cuenta con un programa transversal de municipios saludables. Donde los propios gobiernos conducen políticas públicas saludables, proyectos que mejoran las condiciones de vida y de salud de sus habitantes.
El programa de Entornos y Comunidades Saludables en los 46 municipios da prioridad al enfoque anticipatorio y enfatiza sus acciones a nivel local.
Dentro de las acciones que se realizan para la certificación de una comunidad como saludable se encuentra la formación de agentes y procuradoras de salud las cuales son personas voluntarias, capacitadas y convencidas de trabajar en su entorno, sobre el cuidado de la salud propiciando así hábitos saludables en su persona y en su familia.
Así mismo se trabaja con la certificación de entornos que pueden ser parques, centros deportivos, plazas, plazuelas, explanadas y viviendas para las cuales se incide en la recuperación de espacios, fomento de hábitos y acciones en pro de entornos saludables y que propician el desarrollo de un mejor medio ambiente.
Como parte de los resultados obtenidos, hemos otorgado más de 3 mil sesiones educativas y 1 mil 360 talleres. Además, brindamos más de 92 mil 166 consultas en el último año, tanto de nutrición a infantes menores de 10 años con sobrepeso y más de 76 mil con obesidad. De igual forma, logramos la certificación de 778 entornos laborales como alimentaria y físicamente saludables.
Así, la grandeza de Guanajuato se construye día con día a través de la participación social, articulamos los esfuerzos desde la sociedad civil, la iniciativa privada y las instituciones educativas para promover una sociedad organizada, participativa en un entorno saludable y de paz.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!