Rolando Daza
Apunte:
No es costumbre hablar de temas de seguridad, es un tema delicado y existen especialistas para analizar las situaciones derivadas. Parece que el cariño presidencial y la presencia de autoridades del estado en temas de seguridad, no están disminuyendo la violencia de los cárteles en Guanajuato y sus ciudades.
El miedo se apodera de la población, las empresas detienen sus inversiones (se atacaron a 20 OXXO en Irapuato, 3 en Celaya y 2 en León y en otros municipios de estado también se presentaron ataques) y, si hablamos de un nivel de riesgo, estamos en semáforo rojo. No hubo muertos, pero sí se lastimó la paz, la tranquilidad de las familias. Se detuvieron a 11 “delincuentes”, ninguna cabeza tanto en Jalisco como en Guanajuato, no se comprende por qué las autoridades tardaron tanto en reaccionar, se observó que la policía municipal no tiene la fuerza y el tamaño para enfrentar un ataque como los que se presentaron.
¿Harán falta más abrazos o la intención es suficiente para resolver esta situación? Estamos en la ley de la selva, donde el más fuerte es quien controla.
Estamos a menos de dos años para las elecciones estatales y presidenciales, se necesita paz y un descenso muy grande de la violencia. Hay muchas inquietudes, que las autoridades ya deberían de atender, de informar a la ciudadanía sobre lo que está sucediendo y actuar eficientemente para detener esta situación. Conocemos que hay recursos suficientes para cambiar las cosas, no sabemos si trabajan alineadas las fuerzas de seguridad pública, si están trabajando en forma colaborativa. La población tiene miedo y vive en la intranquilidad, no es correcto vivir de esa forma.
Guanajuato es un estado de gente trabajadora, luchona y con espíritu de crecimiento, la tranquilidad para todos debe garantizarse, debe trabajarse en ella. En lugar de defender una estrategia ineficiente, se deben de tomar ya medidas concretas para detener la violencia. Esperemos mejores tiempos lleguen para todos.
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