La ciencia del rostro. Colosio, segunda parte

por Gabriel Torres

Describiendo y descubriendo a Colosio a través de la lectura de rostro (segunda parte)

La confianza es un elemento raro y sin duda poderoso; no cualquiera es confiable, sin embargo Colosio tenía ese don, la gente confiaba en él casi de manera inmediata. Sus mejillas demuestran una manera fácil de ganarse la confianza de los demás, es sin duda, ante los ojos de todos, un tipo confiable. Este tipo de personas es sumamente aceptada y puede escalar con cierta facilidad en casi cualquier empleo, mejorar una relación o ser presentador de televisión, la confiabilidad que despierta en los demás es real.

Un aspecto que me ha fascinado en el caso de las personas que se dedican a la política es que tienen un rasgo que es muy peculiar en ellos, no en todos desde luego, porque generalizar es un error común a la hora de leer el rostro, pero podemos encontrar un rasgo que prolifera en los políticos: la boca.

A diferencia de Colosio (este dato me parece relevante), la mayoría de los políticos, sobre todo los más cautelosos, tienen el labio superior mucho más fino que el menor o ambos labios finos, la boca y en especial el grosor de los labios nos dice qué tanto y de qué modo se expresa la persona de sí mismo y de los demás. En el caso de Colosio sus labios, por lo menos el superior, es más grueso que el inferior, esto hace que su personalidad no se guarde demasiadas cosas y exprese sus pensamientos, ideas y propuestas. Fue famoso por sus discursos a la hora de expresar preocupación hacia su partido, cosa que a ninguno en su lugar se le hubiera ocurrido decir en un discurso por aquellos años; eso lo hace muy diferente al político promedio al cual me refiero, todos con el labio superior mucho más fino que el de abajo.

Con un perfil más cauto, de mente más controlador y siempre atento a su discurso para no cometer errores en lo que se dice, Colosio no era para nada de este estilo y podemos comprobarlo si lo comparamos con otros mandatarios, por ejemplo Carlos Salinas de Gortari, que prácticamente no tiene labio superior, mismo caso de Ernesto Zedillo, en menor medida Felipe Calderón, y así podemos ver que es un rasgo que prevalece en muchos políticos de nuestro país, este rasgo en Colosio estaba bien oculto por usar bigote y sin embargo es evidente en su personalidad.

Las orejas de Colosio, por otro lado, nos dan a conocer a una persona más bien capaz de ser tolerante, reteniendo solo la información necesaria, sin distractores; ese puede ser el motivo por el cual las personas con orejas como las de Colosio pueden ser muy concentrados, son capaces de regular (de forma inconsciente) la cantidad de información que retienen, aunque parezca mejor tener más información, a veces suele ser una trampa, ya que demasiada información te hace saltar de una idea a otra,  pero su caso no era ese; por el contrario, manejaba la información que tenía a su antojo, además de estar situado en la realidad, sus orejas demuestran que era una persona que no fantaseaba con el hubiera de cualquier aspecto, se mantenía en la realidad cruda, sin disfraz, esto le permitía sin duda conocer el estado de una situación con bastante realidad.

Si unimos todos los rasgos podemos darnos cuenta de la clase que tenía Luis Donaldo Colosio Murrieta, pero es importante saber que si él o cualquier otra persona puede hacer grandes cosas es simple y sencillamente porque sabe utilizar los rasgos de su personalidad. Existen más rasgos, pero en el caso que estamos estudiando no existen muchas fotos más que nos puedan decir más aspectos de su personalidad, en todo caso están sus discursos en la red, pero he tratado de no verlos, recuerdo haber escuchado alguno hace unos años, pero prefiero que este estudio esté basado únicamente en sus rasgos.

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