Rolando Daza
Apunte:
Nuestro país es grande y maravilloso, tiene una población de casi 130 millones, una rica historia cultural, una geografía favorable y abundantes recursos naturales, se encuentra entre las quince economías más grandes del mundo y es la segunda de América Latina.
México ha tenido un desempeño por debajo de lo esperado en términos de crecimiento y de reducción de la pobreza en comparación con países similares. La economía creció 4.8% en 2021, luego de una caída de 8.1% el año anterior. El pronóstico es que crezca 1.8% este año y 1.5% en 2023.
Esta semana se presentaron los datos del INEGI sobre el número de personas ocupadas en México, registrando una caída de 120 mil 167 empleos en septiembre. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, la población ocupada pasó de 57.6 millones a 57.5 millones de personas en el noveno mes del año.
La población ocupada en la informalidad laboral creció 4 mil 608 personas para ubicarse en 31.9 millones y la tasa de informalidad laboral fue 55% de la población ocupada.
Hay más datos a considerar. Al menos cuatro de cada 10 empleados en México está inconforme con su salario y un 15% adicional no sabe si su sueldo actual es el adecuado para sus funciones. Además, en un contexto de alta inflación, la remuneración volvió a ocupar el primer lugar entre los elementos de fidelización del talento.
En los pasados dos años, las personas consideraban que, para el desarrollo de carrera, la flexibilidad en el trabajo había desplazado al salario como principal motivador para mantenerse en un empleo. Ahora, después de la pandemia, ante una economía de incertidumbre e inflación, el sueldo retomó su lugar como el elemento más valorado en el trabajo.
Al menos cuatro de cada 10 trabajadores en México están inconformes con su remuneración y un 15% adicional no tiene la certeza de si el salario que recibe actualmente es el adecuado, según el estudio de Remuneración 2022-2023 de PageGroup.
El poder adquisitivo es cada vez menor en México y en Guanajuato, la inflación ha alcanzado niveles no vistos en más de dos décadas, el salario es hoy la mayor preocupación de los trabajadores y la principal motivación para cambiar de empleo, especialmente cuando no corresponde con lo que consideran una remuneración justa, ya sea por la cantidad de tiempo dedicado al trabajo o porque las responsabilidades no se alinean con el sueldo recibido, señala el reporte.
Un dato a observar en nuestro estado, solo el 14% de los líderes empresariales está de acuerdo en que los aumentos de sueldo ayudarán a disminuir las renuncias voluntarias.
La segunda razón que impulsaría a las personas a cambiar de empleo es el crecimiento profesional. En términos generales, el estudio muestra que el 47% de los colaboradores de empresas estaría dispuesto a buscar nuevos roles, especialmente por una mejoría salarial y mayores posibilidades de desarrollo de carrera.
Es de observar, entre quienes buscan nuevas oportunidades laborales, el 76% son millennials y centennials, es decir, los más jóvenes. Entre las industrias con más riesgo de pérdida de colaboradores destacan quienes hacen uso de tecnología, el sector calzado, (debido a la escasez de algunos perfiles, la mayor competencia, el salario poco competitivo), y en el sector gobierno.
Las empresas tienen que trabajar para retener a sus colaboradores, infundir confianza y proporcionar un paquete que considere la compensación total, la trayectoria profesional y la flexibilidad para equilibrar las preocupaciones y los riesgos del mercado.
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