Nuevo año, nuevos propósitos

Ana Carolina Reyes Rodríguez

Directora de Investigación

Instituto Irapuato

Aaaah… nuevo año y con él, nuevos propósitos también ¿Quién no ha comenzado un nuevo año decidido (a) a que esta vez sí hará todo lo que en otros no? Esta vez sí… Esta vez sí… Y de repente llega el final de este “nuevo” año y te encuentras a ti mismo o a ti misma en el mismo lugar, en el mismo sofá y quizás incluso a la misma hora preguntándote, “¿cuáles fueron las metas que me propuse?”, desempolvas tu lista de propósitos que, en algunos casos solo existe en la cabeza. O que quizás está en tu blog de notas del móvil, esa nota que está hasta el final, pues hace mucho tiempo que no ha sido abierta. O a lo mejor, está en una pequeña hoja doblada y arrugada dentro de tu cartera. Y otra vez, como en años anteriores, exclamas “Ahh… una vez más no hice nada de lo que quería, una vez más soy el mismo(a) de siempre, nada ha cambiado, no he hecho todas esas cosas que tan decidido (a) estaba por hacer”.

Este es el escenario de muchas personas al final de cada año, muchas… Para que te des una idea, ¿cuántas personas crees que realmente cumplen alguno de sus propósitos? Un estudio realizado ya hace algún tiempo encontró que a las personas les toma de 5 a 6 intentos antes de poder lograr un cambio que se han propuesto, y específicamente respecto a los propósitos de año nuevo, esta misma investigación reportó que el 60% de las personas que se plantean un propósito, vuelven a planteárselo al año siguiente, ya que obviamente no lo cumplen (Prochaska et al., 1992). Asimismo, un estudio más reciente encontró que el 92% de las personas reportan tener al menos una meta “congelada”, es decir, un objetivo personal importante con el que están comprometidos pero que no han podido cumplir (Davydenko et al., 2019). Por otra parte, las investigaciones han identificado que algunas de las características de las personas que sí logran sus objetivos son el autocontrol, la motivación intrínseca, el compromiso y la persistencia (Cohen & Levesque, 2012; Comings, 2007; GómezMiñambres, 2012).

Pero no vamos a ponernos tan científicos, la verdad es que, para lograr un objetivo, me he dado cuenta que solo necesitamos realizar tres simples acciones: a) planear; b) comenzar; y c) continuar.

La primera acción ‘planear’ tan solo consiste en que en este mismo momento definas qué es lo que quieres lograr y cómo lo vas a hacer. Debes responder a las preguntas ¿qué harás?, es decir, qué acciones realizarás cada día desde mañana en adelante para cumplir con el objetivo; y ¿cuándo lo harás? Es decir, deberás especificar qué día y a qué hora de cada semana estarás poniéndote manos a la obra para realizar dichas acciones. Pero ojo, la parte de “en este mismo momento” es en serio, así que detén la lectura y hazlo ¡ya!

La segunda acción “comenzar”, considero que no requiere de mayor explicación. Quizás lo único que me gustaría compartirte es que hay personas a las que realmente les cuesta trabajo. Recuerdo que cuando estaba haciendo mi doctorado, una vez una  compañera se acercó a mí diciéndome: “Por favor dime, ¿cómo le haces para siempre cumplir con todos los avances de la tesis y los objetivos de publicaciones que nos piden? Te juro que yo nada más no puedo” Y mi respuesta fue simple “solo comienzo”.

Así que si tú eres una de esas personas a las que les cuesta trabajo iniciar con la actividad que se han propuesto, mi consejo es solo hazlo, solo comienza, y ya verás que tan solo con iniciar ya lo estás haciendo.

Y por último, la acción de “continuar”, de todas, esta es la más difícil. Y es que, muchas personas dependen de su “motivación” o de sus “ganas” para hacer las cosas que se han propuesto. No obstante, la motivación es un impulso que no es permanente, y si tus acciones dependen de ello, desde hoy te digo, que el siguiente año estarás de nuevo bajo el mismo escenario. Por ello, es imprescindible que quede clara la importancia de que, una vez planteadas tus acciones deberás realizarlas día a día y sin detenerte. Me atrevo a decir que esta es la diferencia real entre quienes logran sus metas, deseos, sueños, objetivos, etc., y quienes cada año vuelven a plantearse los mismos objetivos que el año anterior.

Así que, ya las tienes, las tres acciones que te harán lograr, ahora sí tus objetivos. Y solo para que no tengas más pretextos y por si no te diste cuenta, te comparto un último secreto. Para lograr la acción más difícil, que es la de “continuar”, lo único que debes hacer siempre es regresar a la acción anterior, es decir, solo debes “comenzar”.

Entonces, nos vemos el siguiente año con nuevos propósitos desbloqueados.

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