Rolando Daza
Apunte:
Una buena noticia: El INEGI informó que el PIB de México creció un 3.2% impulsado por la industria y los servicios. La mala, en el cuarto trimestre de 2022, mandó señales de debilitamiento, probablemente se extenderá en este inicio de año.
Lo que tenemos es una economía que se desacelera, aunque sea suave, como lo habíamos Apuntado en Contacto. La tendencia de nuestra economía se basa en factores externos (manufacturas de exportación, turismo, remesas, importaciones de bienes de consumo y capital), la situación actual responde precisamente a un debilitamiento de esos factores. Las empresas de manufacturas y de Internet en Estados Unidos se han desplomado (las empresas de Internet han despedido más de 100,000 empleados en noviembre – diciembre); las remesas crecen menos que antes; el turismo logró recuperar casi todo lo perdido en la pandemia, pero no más que eso.
Así la primera mitad de 2023 puede producir datos negativos en nuestro país. Lo que ocurrirá en la segunda mitad del año dependerá de cómo cambie la política monetaria en Estados Unidos, y de si Banxico seguirá replicándola.
Para 2023, el gobierno federal ha hecho un presupuesto con base en un crecimiento del 3% y una inflación de 5%. Los expertos esperan menos del 1% de crecimiento. De la inflación, uno o dos puntos más no es impensable. Considerando los gastos de pensiones, el costo financiero, o los salarios de millones de sindicalizados que no pueden despedirse, el déficit del gobierno para 2023 apunta a crecer en 50% contra el de 2022. Esto es 1.5 billones de pesos, 5.2% del PIB, frente al 3.4% de este año.
Puede ser una necedad decir que la política se impone a la economía y al bienestar de las personas, pero ahí está. En ese contexto, anunciar que el gobierno federal se hace cargo de la deuda de Pemex, o seguir peleando energía y maíz en el T-MEC, son riesgos innecesarios.
Aproximadamente la mitad de las economías de mercados emergentes presentaría un menor avance en 2023 que en 2022. Este sería el caso de México, pues el crecimiento económico se desaceleraría casi a la mitad de 2022 a 2023. Según el reporte del INEGI, el PIB creció 3.0% el año pasado, mientras que el FMI estima un avance de 1.7% para este año. Tomemos consideraciones preventivas para este año, recuerden que la política se va a convertir en el tema.
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