Daniela Morfín
Colaboradora, Instituto Irapuato
Imposible que corra el mes de marzo y no hacer mención del Día Internacional de la Mujer. Fecha en la que se conmemora y se reivindica la lucha de nosotras las mujeres por la igualdad de género, pero, sobre todo, el derecho a vivir una vida libre de violencia. Aunque pareciera reiterativo, aunque quizá ya se haya dicho todo, vale la pena repetirlo hasta el cansancio, hasta que no haya que conmemorar un día al año, y todos los días sean EL DÍA para ser mujer. Cuando no haya desaparecidas, cuando no haya feminicidios, cuando las mujeres podamos transitar libremente por los espacios públicos… inserte aquí una larga lista de etcéteras.
La lucha lamentablemente sigue. Pero cada día nos encuentra más fuertes, más unidas, más organizadas. Y, aunque cada día se lucha con más audacia, pareciera que el colectivo aún no logra superar la fijación con las “formas”. Constantemente escucho a la gente decir que: “no son las formas”. Y yo me pregunto -si es que la hubiera-, en el imaginario colectivo, ¿cuál es la “forma correcta” de protestar/visibilizar/rechazar/ exigir por los 11 feminicidios diarios que ocurren en México? Vale la pena tener una plática con uno mismo y poner las prioridades en orden.
Por lo pronto, me despido y reitero que a mí sí me representan.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!