Daniel Alberto Díaz Martínez
La vacuna contra el virus de papiloma humano se centra en los tipos que más comúnmente causan cáncer de cuello uterino y que pueden causar algunos de los cánceres de vulva y vagina. También protege contra los tipos de VPH que causan la mayoría de las verrugas genitales.
El sector salud de Guanajuato, dispone de 174 mil dosis contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y serán aplicadas en las escuelas durante esta semana y hasta agotar existencias. Esta vacuna es tetravalente y contiene los tipos 6, 11, 16 y 18, en una dosis de 0.5 ml. Se aplica de forma intramuscular en el brazo izquierdo, y es una vacuna elaborada con tecnología ADN.
La población objetivo de esta campaña son las niñas escolarizadas de quinto y sexto grado de primaria, así como las de primero de secundaria. Por lo que las brigadas del sector salud están preparadas para peinar todas las escuelas de los 46 municipios del Estado y resolver las dudas que tenga la población.
La vacuna es segura y efectiva, pero como con cualquier vacuna, puede generar efectos secundarios. Los más comunes incluyen dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección. También puede haber fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y cansancio. Estos efectos secundarios suelen ser leves y desaparecen por sí solos en unos pocos días. Si tiene alguna preocupación acerca de los efectos secundarios de la vacuna contra el VPH consulte al personal médico que está preparado para resolver todas sus dudas.
Con este biológico, se previenen varios tipos de virus de papiloma humano, incluidos aquellos que causan cáncer de cuello uterino. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la vacuna no protege contra todos los tipos de VPH, por lo que aún es importante practicar medidas preventivas adicionales, como el uso de condones y la realización de pruebas de detección de cáncer, cuando las mujeres entran en etapa de actividad sexual activa. En cuanto a la tasa de mortalidad a causa del cáncer cervicouterino en Guanajuato está por debajo de la media nacional con una tasa de 8.5 por cada 100 mil mujeres de 20 años y más.
El cáncer cervicouterino no suele presentar síntomas, por eso es importante el estudio de Papanicolaou de manera periódica. El Papanicolaou es una sencilla prueba que se realiza para detectar si existe algún daño en el útero y que pueda desarrollar un cáncer. Se recomienda a partir del inicio de la vida sexual, y en menores de 18 años, después de 3 años del primer periodo menstrual.
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