Rolando Daza
Apunte:
Sin duda, nuestro país atraviesa una tormenta, la cual parece va a crecer e impactar más en la vida de la sociedad y de las personas. Hace mucho que en México se transformó la palabra narcotráfico por el concepto de “crimen organizado”. La razón es que éste ha tomado por la fuerza negocios de todo tipo, incluyendo el tráfico de personas, pero también penetrando en negocios legales para operarlos de manera ilegal. El narco está detrás de redes de taxis y de autobuses, así como de la distribución del limón y del aguacate… y quién sabe en qué más.
Según la revista Science, el crimen organizado es el 5to. empleador, supera a Coppel, Grupo Salinas, Pemex, Bimbo u Oxxo, da empleo a 175,000 personas, solo es superado por América Móvil, Manpower, Walmart y Femsa.
Impresionantes las cifras… más datos, el crimen organizado requiere de casi 19,000 personas para sustituir sus fuerzas. Guanajuato y el resto de los estados de México están involucrados en las terribles acciones que producen estas organizaciones. Para nuestras autoridades, federales, estatales y municipales, solo son cifras, en sus informes hablan de las “maravillas” que están siendo sus acciones (ellos las llaman estrategias) y los resultados que obtienen con ellas… lo importante es la política, el bienestar, la seguridad y la economía de la población pasa a tercer o cuarto lugar.
Los datos sin solución es que hay más de 160,000 ejecutados y más de 40,000 desaparecidos. Ya no hablamos de secuestros, extorsiones, robos, asaltos… Estos números contradicen la narrativa de nuestras autoridades, la sangría impacta a todos y las declaraciones no resuelven la situación que enfrentamos como sociedad.
El discurso oficial habla de que la familia es el principal núcleo de la sociedad mexicana… volteando a ver, cuántas familias están rotas, las comunidades en colapso, fosas se encuentran a cada instante y nuestras autoridades… ahora las familias no tan solo sufren por el abandono en que se encuentran porque algún miembro “emigró” al norte, ahora hay una descomposición familiar.
Para obtener dinero rápido, salir del hogar ante la pobreza, la escasez de empleo, el trauma que provoca vivir con un padre alcohólico o una madre golpeada, la salida es ingresar al crimen organizado. Los jóvenes son una buena fuente para ser enganchados por los cárteles.
No es un problema del norte o del sur, es una situación que afecta a todo el país, incluyendo Guanajuato. El estado y la sociedad tienen que hacer un esfuerzo tremendo para invertir en servicios municipales. Volteemos a ver a León, Irapuato, Celaya, Silao, Abasolo… y observemos esos cinturones de pobreza que rodean a las ciudades. Es necesario para enfrentar la oferta del crimen organizado, rescatar los espacios públicos, mejorar la calidad educativa, apoyar a las familias, educar a los jóvenes en la civilidad, el respeto y la tolerancia, generar con el apoyo de la sociedad empleos bien remunerados.
Las organizaciones criminales crecen por México, la preocupación del gobierno por la política habla de la descomposición que existe, no puede ocultarse los problemas de gobernabilidad (hace cuánto que no escuchamos a la Secretaria de Gobernación hacer alguna declaración). Regiones como Michoacán, Chiapas, Colima, Zacatecas, están en manos del crimen organizado.
El fenómeno crece, 7 de las 10 ciudades más violentas del mundo están en el país. El problema afecta seriamente a la sociedad y a las familias, en ambas se encuentra la salvación.
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