CONTACTO AL MINUTO

Rolando Daza

Apunte:

Volvemos a confirmar, la política se impone al bienestar de la población, se impone a la economía, la política gana. No tan solo es observar la ineficiencia y lentitud del gobierno para actuar ante el desastre y atender a las personas; es observar lo poco o nada que escuchan a los “científicos” que vienen señalando la situación que enfrentaremos con el cambio climático.

Años tienen explicando sobre la grave situación que viene para el mundo, y que YA sentimos en México, por los efectos del cambio climático. Hemos comentado en Contacto sobre la llegada de “el Niño” (calentamiento del agua del Pacífico), las situaciones que se presentarán como los incendios forestales y en las ciudades (Canadá, California, Hawái, Europa, México), la sequía (ahora la llaman estrés hídrico), el aumento de las temperaturas (el calor como nunca se había sentido) o los frentes fríos que se extienden. La amenaza es una realidad. Por desgracia poco hacemos para enfrentar la situación que han vaticinado los “científicos”.

Somos un país en donde desgraciadamente los desastres naturales son parte de nuestra historia pasada, presente y futura. Si algo sabemos los mexicanos es que no estamos exentos de un próximo sismo de gran magnitud ni de un nuevo huracán que supere a Otis; es nuestra realidad y para eso debemos prepararnos.

Por desgracia, nuestras autoridades no muestran interés por preparar una forma eficiente de enfrentar las posibles situaciones que se avecinan. Hace décadas Acapulco era sinónimo de playa, sol y lujos. Ahora esta ciudad costera se ha vuelto un foco de destrucción, de falta de alimentos, de salud y donde el crimen hace de las suyas

El gobierno federal solo cuenta con el Plan DNIII de la Secretaría de la Defensa Nacional, sin embargo este plan es para atender a la población después del fenómeno natural, la mayoría de los estados de la república ni siquiera han considerado tener en su estructura alguna forma de atender la contingencia, los pocos que cuentan con planes de previsión y cobertura para desastres, cuando son utilizados los procesos siguen siendo no solo tediosos sino largos, lentos y muchas veces sin empatía alguna con los afectados.

Habrá tiempo suficiente para juzgar la mala actuación de las autoridades en sus tres niveles de gobierno, el federal, el estatal y el municipal, hoy, hay que reconocer el trabajo realizado por los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quienes si bien no han cumplido con llevar al 100% la energía eléctrica al puerto, no podemos reclamar nada, ya que es una tarea titánica y es otra mentira de sus directivos; los trabajadores han mostrado una precisión, entrega y compromiso con el puerto de ir “levantando” la luz poco a poco, sabemos que falta tiempo para que se logre; gracias a ellos y gracias a sus familias, el reconocimiento lo tienen, ojalá también lo tengan de su empresa.

Faltan productos y servicios básicos en el puerto, ya que fueron saqueados o destruidos. Los primeros días controlaba el crimen la gasolina y los litros los vendían como oro, por lo cual las personas se trasladaban hacia Chilpancingo para realizar compras (los que tienen las posibilidades de moverse), el desgaste económico de miles de familias en estos momentos requiere el apoyo inmediato para tener liquidez y hacer frente para poder reparar sus casas y obtener un empleo para enfrentar la situación.

Hay que considerar la reconstrucción de Acapulco de manera profunda, no tan solo la infraestructura urbana, hay que enfrentar al crimen organizado (no abrazos), hacer que los empresarios dejen de tener “privilegios”, los políticos dejen sus cotos de “clientelismo” o abran más y para eso se requiere un liderazgo claro, preciso y no como el que nos ha tocado hoy.

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