Rolando Daza
Apunte:
Está por finalizar el 2023, y para el 2024 se observan nubarrones para nuestra economía según señala el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), esto debido a diversos factores que inciden en el medio.
Un elemento es la situación a nivel mundial, como el conflicto Rusia – Ucrania, otro es Israel, que pueden generar nuevos conflictos, además se vienen las elecciones en Estados Unidos, México y varios países más en todo 2024.
La economía también puede verse afectada por el cambio climático y los diversos fenómenos como el calor, los incendios, el frío, la lluvia… con todo ello, el IMEF espera para 2024 un crecimiento del PIB del 2.3% y para 2025 es de 2.0%. No perdamos de vista que las finanzas públicas están presionadas por Pemex, el subsidio de gasolina, programas sociales y por el costo de deuda. Ya ni hablemos de la inseguridad y de la ineficiencia del gobierno para operar.
Nuestra economía se ha fortalecido por lo que pasa en Estados Unidos (efectos de las tasas de interés), las inversiones del nearshoring, y por mucho de las obras que se han estado acelerando en el país han ayudado a que se genere el ritmo de la actividad económica este año; cuando terminen estas obras se verá su impulso para la economía.
Consideremos que el próximo año, el factor electoral es el espacio propicio para pensar que los próximos gobernantes de nueve gubernaturas, más de 1,500 ayuntamientos, el Congreso de la Unión y, desde luego, la Presidencia de México, tienen la oportunidad de aprovechar este boom del nearshoring; las ciudades se van recuperando poco a poco del letargo económico que dejó la pandemia, ahora es cuando… esperemos que nuestros candidatos y gobernantes tengan la visión para aprovechar la oportunidad e impedir que los nubarrones detengan esta oportunidad.
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