Marycarmen Soria
Cada tres años todos los partidos políticos tienen una fuerte presencia en todos los medios posibles, porque cada tres años los partidos tienen la tarea de convencer a la ciudadanía de participar en las elecciones, y claro que voten por ellos, una amplia participación de la ciudadanía aumenta la legitimación del sistema y de los partidos, tanto en gobierno como en oposición.
Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan.
Todos ellos tienen en sus principios, motivos, discursos, mensajes, palabras, imágenes donde manifiestan que no hay nada más noble y más bello que preocuparse por los demás, o sea por todos los ciudadanos, por todos los problemas que enfrentamos cada día, hasta por nuestra dignidad y felicidad por mínimo que sea.
Después de cada elección a los pocos meses empiezan las decepciones, desilusiones, críticas y malestar contra todos los políticos y gobernantes de todos los partidos políticos, para nuevamente al volver el tiempo de elecciones recibir a los candidatos con mensajes bonitos y con la esperanza o creencia de siempre buscar en lo siguiente, creemos en las soluciones y explicaciones mágicas, este si es el bueno, ahora si cumplirán con sus promesas, y todo vuelve a ser una visión del futuro.
Pero por qué cedemos el control de nuestro voto, de nuestra presencia sin preguntar qué han hecho por los problemas que prometieron resolver en la anterior elección, como si no dolieran, como si no afectaran a la gente en el intermedio de cada elección y esos problemas no solo no se olvidan sino que van creando un hartazgo y malestar en muchos ciudadanos que han optado por no participar y no querer saber nada de política, mucho menos participar en ella o votar.
Donde los votantes se sienten burlados y utilizados porque han logrado cansarlos, frustrarlos y desanimarlos al no recibir respuestas de quienes prometieron hacerlo, de ser transparentes y cercanos al llegar a sus cargos.
Todos los partidos políticos deberían de hacer un análisis y balance de las problemáticas que existen y de las que prometieron abanderar y resolver, para poder tener la capacidad de conocer a sus votantes, dar respuestas claras, aunque a veces no sean del todo soluciones positivas, pero al menos decirle a esa gente que no la defraudaron y no abonar al resentimiento, enojo y apatía ciudadana.
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