Ello, a pesar de que la exjefa de gobierno se presenta como defensora del medio ambiente. La empresa contaminante es la misma empresa que recibió un contrato del Banco de México cuando ella ocupaba el gobierno capitalino. Se dedica a la fabricación de lubricantes y también de componentes de computadoras.
La otra empresa de la que es accionista recibió un “microcrédito” de la Secretaría de Economía durante la pandemia, el cual, al menos en 2022, no había sido pagado. Se trata de las empresas Eli Cami, S.A. y Sintacrom de México, S.A., respectivamente, cuyo vínculo con la aspirante presidencial es conocido desde hace varios años, ya que ella misma ha declarado su participación accionaria en las mismas, con un monto de 8% de las acciones.
También ha declarado que no percibe ningún ingreso como accionista, a pesar de que al menos una de las empresas, Eli Cami, se encuentra activa, como demuestra el hecho de que se encuentre en diversos registros oficiales.
Contaminación del aire
Una revisión realizada por etcétera en la Plataforma Nacional de Transparencia arrojó que en octubre de 2020 un ciudadano o ciudadana hizo una solicitud de información a la Secretaría del Medio Ambiente para que se le entregara el listado de “las empresas en México que emiten más de 25 toneladas de CO2 anualmente”.
En respuesta, la dependencia entregó un archivo PDF de 19 páginas con nombres de empresas como Altos Hornos de México, Barcel, Bancomer, Cemex, CFE (en diversas filiales), Cinépolis, Coppel, Danone, Ferrosur, ETN Turistar, TV Azteca, Toyota, Sabormex, Sabritas, y más. La lista contiene más de 750 nombres. Entre esas empresas se encuentra Eli Cami, S.A.
El rango de 25 mil toneladas de CO2 al año es la convención internacional aceptada para considerar a una empresa como de impacto en el calentamiento global. Del registro no se puede saber cuáles son exactamente las emisiones de la empresa, sólo que se encuentra en la lista de las más contaminantes. Claro está que hay empresas que lo son mucho más.
Por el volumen de gases de efecto invernadero que emite a la atmósfera, esta empresa se encuentra en el Registro Nacional de Emisiones, listado que conjunta a las empresas más contaminantes para incluirlas en acciones de mitigación de daños al medio ambiente.
Eli Cami no solamente contamina el aire, sino también el agua, puesto que su giro de negocio implica la fabricación de lubricantes y aceites. En su página de Facebook describen su labor como “productores y distribuidores de lubricantes orgánicos industriales. Podemos sulfonar, sulfitar y oxidar tus aceites”. También dicen que su fundación se remonta al año 1948.
Un registro en Linkedin también indica que otro de sus giros de negocio son los componentes de computadoras: “fabricación de ordenadores, periféricos y artículos electrónicos”, señala.
Contaminación del agua
En la PNT existe una respuesta a una solicitud de información, fechada en 2008, en donde la ciudadana Ayali Lara pide el “listado de empresas con permiso de descarga de aguas residuales en bienes nacionales en la zona metropolitana” del Valle de México.
La respuesta a dicha solicitud corrió a cargo de la Comisión Nacional del Agua y en la misma se anexa una “relación de títulos de concesión que ampara permisos de descarga de aguas residuales en el Distrito Federal” y en el Estado de México.
En dicha lista se menciona a la empresa Eli Cami como poseedora de la concesión 13MEX103441/26FRGR98, y se establece que su nivel de descarga de aguas residuales es de 360 metros cúbicos al año, es decir, 360 mil litros.
Dichas aguas residuales, se entiende, son aguas contaminadas que se vierten al medio ambiente. En la mencionada lista no se precisa el lugar del vertido o descarga.
Un registro posterior, de 2022, disponible en la página oficial del gobierno de México reporta que esta empresa tiene un volumen de descarga de 1.20 metros cúbicos al día, lo que hace un total de 438 metros cúbicos al año, 438 mil litros de aguas contaminadas.
Eso significa que de 2008 a 2022 la empresa ha incrementado su nivel de afectación al medio ambiente, mientras una de sus accionistas, la aspirante a la presidencia, se “vende” con un perfil de ambientalista y presume de su participación en diversas acciones de combate al cambio climático.
Investigación de Orquídea Fong publicada por Etcétera
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