Rolando Daza
Apunte:
Han pasado casi dos semanas después de la contienda electoral, en las personas se notan múltiples rostros, unos alegres y otros tristes; celebración y tristeza convergen en las calles, esperanza y preocupación se filtran en las personas. Fue elegida Claudia Sheinbaum Pardo, como presidenta electa de México, triunfando como nadie en la historia moderna; y Libia Dennise García Muñoz Ledo, como la primera gobernadora del estado de Guanajuato.
Es tiempo de rumiar sobre lo que vivimos los mexicanos, ahora y en el futuro, una realidad llena de incertidumbre, de inestabilidad. La incertidumbre nos reta, la inestabilidad nos mina. Habrá tiempo para tomar decisiones, diseñar planes, adaptarnos y prepararnos para el futuro. Hoy es momento de meditación ciudadana.
La diferencia que se ha vivido en este gobierno y en las campañas electorales debe quedar atrás. Esto es responsabilidad del nuevo gobierno, y de la sociedad civil; comprendamos que bajo el paraguas de la democracia hay un fenómeno que se llama libertad. Hombres y mujeres ejercimos un voto, tal vez distinto al que se convirtió en dominante, no por ello debemos sentir diferencias. Aquél que se siente ganador o derrotado es porque olvida que es mexicano como todos los que habitamos este país.
Hoy, debemos ocuparnos en reducir la desigualdad, alejar al crimen y generar una cultura positiva y de integración para todos nuestros compatriotas. Hoy es el inicio de un nuevo México, de un nuevo Guanajuato, al que nos corresponde dotar de esperanza, armonía y desarrollo. Como ciudadanos tenemos la responsabilidad de transformar y transmitir, de cuestionar, pero también de contribuir.
Tenemos al país, con Claudia, y al estado de Guanajuato, con Libia, que unificar, es momento de diseñar un progreso basado en el bienestar para quienes vivimos en México y una democracia que fortalecer. Al trabajo y la esperanza en nuestro país se debe traducir en ánimo a las personas que lo constituyen, tolerancia y respeto. ¡Vamos México! ¡Vamos Guanajuato!
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