Rolando Daza
Apunte:
Hablar de la política sigue siendo el tema en el país. Existen temas que no debemos dejar de atender ya que son oportunidades de crecimiento. Hablar del nearshoring es importante sobre cómo aprovechar la ola de oportunidades, desafíos y coincidencias geopolíticas derivadas de la deslocalización de las empresas en el mundo.
En Contacto hemos reflexionado sobre el tema. El nearshoring no es un tema nuevo. Es el resultado de los problemas geopolíticos entre Estados Unidos y China, convirtiendo al nearshoring en una oportunidad estratégica para nuestro estado, región y para las empresas. En los últimos años México ha sufrido un notable incremento de las importaciones provenientes de China. De los 600 mil millones de dólares anuales en exportaciones, el 80% tiene como destino Estados Unidos. Sin embargo, el 40% de nuestras importaciones provienen de Estados Unidos, mientras que otro 40% de China.
Para Guanajuato es valiosa la oportunidad que significa el nearshoring, de ahí que consideremos ciertos factores.
Uno de los grandes diferenciadores de México es el costo de la mano de obra con respecto a otros países, sin embargo, no debe de ser nuestro único valor. Guanajuato se debe posicionar como un estado único debido a la facilidad de manejar la logística de exportaciones. Es necesario descentralizar y capitalizar el talento de nuestras ciudades como León, Irapuato, Celaya para potenciar nuestra capacidad de respuesta ante las necesidades económicas.
Es una gran oportunidad de crecimiento para Guanajuato. Sin embargo, nos enfrentamos a problemas de agua, vivienda, seguridad, infraestructura y transporte, los cuales limitan las inversiones.
Factor importante es que no se puede esperar la llegada del nearshoring si no se cuenta con el personal adecuado. El capital humano necesario para iniciar la producción. No es sólo la mano de obra, sino ingenieros en las distintas especialidades. Y nuestro estado requiere más para ser atractivo para las empresas. Además, el nearshoring abre la puerta a la llegada de empresas de países asiáticos y del Medio Oriente, por lo que es fundamental capacitar a las empresas en cómo negociar con nuevas culturas.
El estado necesita desarrollar talento, infraestructura y certeza jurídica, en contraste con el norte y la capital del país, donde la mayoría de las inversiones ya están establecidas. Debemos desarrollar Guanajuato invirtiendo en talento y promoviendo industrias de software e inteligencia artificial, más allá de centrarnos sólo en empresas de manufactura que requieren infraestructura.
Otro factor a considerar para el mejoramiento del talento, es reforzar la implementación de una agenda estratégica entre la llamada triple hélice: universidades, gobierno y sector privado, para favorecer la captación inteligente de inversiones.
Hemos sido reactivos, pero la ausencia de una agenda conjunta nos impide ser proactivos con respecto a cómo queremos atraer inversiones, a quiénes dirigirlas y cuáles serán las estrategias de incentivos.
Tenemos que dejar de pensar que el gobierno es el que tiene que solucionar todo, y más ahora por el cambio de estafeta, buscando mantener el poder. La realidad es que hay muchas soluciones que están en nuestras manos para atraer inversiones, una es desarrollar planes educativos innovadores que maximicen las capacidades del talento.
La bandera del nearshoring es la manufactura y lo seguirá siendo, tanto en su forma tradicional como la automotriz. Existen otras industrias que se podrían beneficiar del nearshoring si detectan oportunidades. Consideremos:
- Industria inmobiliaria
- Sector de la construcción
- Farmacéutica y biomédica
- Sector financiero (como las aseguradoras)
- Industria de transporte de carga y turístico
La parte importante no es estar en la segunda fila, nuestro estado y nuestras empresas deben capitalizar las oportunidades y no esperar a que alguien externo quiera mejorar por nosotros. Debemos ser ágiles, modulares y precisos en nuestras decisiones relacionadas con el nearshoring.
La ventana de oportunidad está abierta en este momento. Pero la realidad es que no sabemos cuándo se vaya a cerrar, puede que sea el próximo año o dentro de 10 años. Si pretendemos resolver los problemas pensando en tecnologías del pasado, estamos perdidos. Debemos estar abiertos al aprendizaje para crear soluciones innovadoras y creativas.
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