En un paso importante hacia la consolidación de una política más transparente y austera, Morena aprobó en su Consejo Nacional una serie de medidas que modifican su Código Ético, enfocadas en erradicar prácticas de nepotismo y ostentación dentro del partido. Con una postura unánime, se establecieron nuevas reglas que prohíben el uso indebido de recursos públicos y la exhibición de lujos personales, buscando así reforzar el principio de austeridad republicana promovido por el gobierno.
Las nuevas disposiciones, que se aplicarán a militantes y representantes del partido, incluyen restricciones claras, como la prohibición de viajar en primera clase, el uso de vehículos blindados y la participación en actividades que fomenten el turismo político. Estas acciones responden a una necesidad de eliminar los privilegios asociados al poder, algo que Morena ha señalado como una de sus principales banderas desde sus inicios.
El partido, en un intento por diferenciarse de los vicios del pasado, dejó claro que aquellos que aspiren a ocupar cargos públicos deberán actuar con humildad, independencia y un fuerte compromiso con los principios democráticos. Esta reforma interna no solo busca dar un paso hacia la ética política, sino también enviar un mensaje claro a la ciudadanía de que el poder debe estar al servicio del pueblo y no de intereses particulares.
Sin duda, estas medidas son un desafío para la política tradicional, donde la ostentación y el nepotismo han sido recurrentes. La pregunta que queda en el aire es si Morena podrá mantener su compromiso con la austeridad y la ética a medida que avanza en su consolidación como una fuerza política dominante en México.
Por lo pronto, varios personajes de la 4T tendrán que cambiar de hábitos; aunque lo bailado ¿quién se los quita?