Washington, D.C. – El presidente de Estados Unidos ha declarado que su país tiene conocimiento de la ubicación del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en medio del creciente conflicto entre Israel e Irán. Sin embargo, el mandatario ha afirmado que, por el momento, no se contempla su eliminación.
En una reciente publicación en redes sociales, el presidente solicitó la "rendición incondicional" de Irán mientras las tensiones continúan en aumento, enfatizando que los misiles lanzados hacia civiles o soldados estadounidenses no son aceptables, y que su paciencia frente a estas provocaciones se agota.
Los comentarios del presidente se producen tras instar a los 9.5 millones de habitantes de Teherán a que busquen refugio. Además, acortó su asistencia a una cumbre internacional para regresar a Washington y sostener conversaciones críticas con su equipo de seguridad nacional.
El mandatario también indicó que ejerce un control total sobre el espacio aéreo iraní. Además, fuentes estadounidenses han indicado que el presidente rechazó un plan israelí para eliminar a Jamenei, alegando que tal acción podría avivar aún más las hostilidades y desestabilizar la región.
En este contexto, un regreso anticipado a la Casa Blanca desde la cumbre del Grupo de los Siete coincide con un momento clave en su presidencia, dados los ataques israelíes que han infligido graves daños a Irán. Las autoridades israelíes creen que la situación presenta la oportunidad de asestar un golpe decisivo a su programa nuclear.
Sin embargo, una mayor participación estadounidense, incluida la provisión de armamento específico para frenar las capacidades nucleares de Irán, plantea riesgos políticos significativos para la administración.
Frustrado por la falta de acuerdo con los líderes iraníes, el presidente ha expresado su deseo de poner fin al conflicto de manera efectiva. A pesar de sus posturas firmes, Irán sostiene que su programa nuclear es de carácter pacífico, y la inteligencia estadounidense ha evaluado que no están en proceso de desarrollar un arma nuclear.
Mientras tanto, el Departamento de Estado ha activado un grupo de trabajo para asistir a los ciudadanos estadounidenses que desean abandonar Israel y otras naciones de Oriente Medio, aunque no se prevén evacuaciones oficiales en este momento.
Trump abandona la cumbre del G7 anticipadamente
Durante la cumbre, el presidente generó inquietud tras instar a los iraníes a evacuar Teherán. En respuesta a las preguntas sobre este comentario, subrayó su preocupación por la seguridad de las personas. Añadió que no descarta la opción diplomática y que sus representantes pueden reunirse con funcionarios iraníes.
Asimismo, minimizó las preocupaciones expresadas por la directora de Inteligencia Nacional, quien manifestó que las agencias de espionaje no creen que Irán esté desarrollando un arma atómica.
En un contexto de creciente polémica, la administración enfrenta divisiones entre sus partidarios sobre la extensión del compromiso estadounidense en el conflicto. Algunos aliados del presidente han abogado por una mayor prudencia, argumentando que esto podría desafiar la promesa de Trump de evitar guerras costosas y prolongadas. Aunque otros, como ciertos legisladores y funcionarios cercanos, consideran que es fundamental actuar decisivamente contra las amenazas nucleares iraníes.
En este panorama, el presidente continúa enfrentándose a una encrucijada: equilibrar la presión interna por actuar con las implicaciones de un posible involucramiento militar en un conflicto regional que ya se encuentra en plena escalada.