«Confianza, esperanza y orgullo», entre turbulencias

Juan Miguel Alcántara Soria
Festejar o no el 15 de septiembre fue dilema para muchos mexicanos, por crisis y dolor. Acaban de difundir el Informe sobre Desarrollo Humano 2021/22 de la ONU: “México cae 12 lugares en el Índice de Desarrollo Humano”. “México perdió -a partir de 2019- diez años de desarrollo. Mexicanos redujeron 4 años su esperanza de vida (de 75.1 años bajamos a 70.2), y en -6.3% su ingreso per cápita”. Leámoslo en “Tiempos Inciertos, Vidas Inestables”, del PNUD. Quien no dudó en celebrar fue la mafiocracia: Los Tigres del Norte iniciaron concierto del 15 en el Zócalo con el narcocorrido “Jefe de jefes” en honor a capo (“señor” le dice AMLO). “Algo esta podrido”. Pero no todo.
El exsecretario de Hacienda y de la OCDE, José Ángel Gurría, recién dio conferencia sobre retos ciudadanos y de gobierno: un grito para recuperar –algo- tiempo y oportunidades perdidas. El contexto: un mundo turbulento por desaceleración económica, inflación generalizada, altas tasas de intereses. Tensiones sociales y políticas, crisis de liderazgos. Guerra europea con efectos globales. Pandemia. Brecha entre países. Crecientes desigualdades en cada país. Tensiones de China. Deterioro de biodiversidad. Más autoritarismo y populismo.
México no es una isla; nos urgió unidad, con definición de políticas públicas de gobierno que escuche. Y una sociedad que puede y debe levantar su voz para participar en decisiones que le afectan. Faltan interlocutores efectivos con gobiernos. En entorno polarizado se extraña opinión razonada y razonable de la sociedad; es ingrediente indispensable aun cuando el gobierno no la solicite, o la ignore.
Tuvimos crecimientos de 2% en últimos 20 años (con AMLO será cero), también en próximos 10 años, esto es insuficiente. Debemos crecer 5 % durante 50 años para emparejarnos. Faltan inversiones. La inflación importada (pandemia, invasión a Ucrania), y autogenerada (por falta de competencia) afecta más a los más pobres. Informalidad de casi 60 % de fuerza de trabajo hace imposible capacitarla, digitalizarla, en un mercado laboral más tecnológico. De casi 50% de mexicanos en pobreza, 1/5 en pobreza extrema, en últimos 4 años hay 4 millones más en pobreza. Mujeres en mercado laboral: 45%; 77% hombres. El 10% de población concentra 79% de riqueza. Nuestra productividad es de ¼ frente a la de EU. La competitividad incluye Estado de Derecho, sistema político, de salud, medio ambiente, estabilidad, respeto a contratos, apertura comercial, desarrollo tecnológico: buen gobierno. IMCO midió: de lugar 30º bajamos al 37º en competitividad. Violencias y control territorial del crimen organizado, y creciente de actividades lícitas; anulación de multitud de inversiones; fuga de capitales y talentos, todo nos agrava.
Tenemos “gobierno chiquito” también en lo fiscal: solo capta de ingresos el 18% del PIB, la mitad de lo que captan países de OCDE. Al destinar impuestos a CFE o Pemex ($ 400 mil millones subsidio a comestibles fósiles) descobija resto del sector público. Se requiere reforma fiscal progresiva que recaude suficiente para que 3 niveles de gobierno cumplan. Y legitimidad de reforma fiscal requiere transparencia en proyectos y asignación de recursos, bajo escrutinio público; e identificar y sancionar corrupción sin distinción. Las quejas de EU y Canadá en el TMEC, sobre política energética nos dañan: ¡78% del PIB es por comercio exterior! $400 mil millones de exportaciones a EU; 7 millones de empleos directos e indirectos (relevantes en GTO). ¡El país pequeño se beneficia más del TMC!
El diálogo sociedad-gobierno es para 3 objetivos: (i) confianza (de clases medias, agentes económicos, inversionistas); (ii) esperanza de un futuro mejor para los más pobres (al participar en sus beneficios); y (iii) orgullo de ser mexicanos (de quienes nos heredaron y a quienes heredaremos). Dialogué con el secretario Gurría -yo era diputado-, para destrabar aprobación de presupuestos de 1998 y 1999: crecimiento excepcional de subsidios a municipios y estados (hoy perdidos), entre otros. (7% del PIB, aparte). Coincido con su grito: ¡Despertemos, México!

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