Rolando Daza
Apunte:
Si no hemos sido advertidos de los peligros del cambio climático este verano, nunca lo haremos. El calor extremo, los incendios forestales y las inundaciones han estado presentes en todas las noticias. Sin embargo, la industria del petróleo y el gas permanece en gran medida en negación.
El mundo acaba de pasar por su mes más cálido jamás registrado. Las olas de calor se han extendido, rompiendo récords de temperatura. Los investigadores del clima han avisado durante décadas de que este tipo de eventos serán más frecuentes a medida que el mundo continúe calentándose. El principal culpable de esto es la quema de combustibles fósiles.
La quema de combustibles fósiles para generar energía ha permitido que la sociedad se desarrolle y prospere, ahora estamos experimentando los efectos secundarios no deseados. El dióxido de carbono que se ha agregado a la atmósfera está provocando un aumento de las temperaturas globales, lo que provoca que el aire se vuelva más caliente y los aguaceros más intensos. La perturbación y el sufrimiento resultantes son cada vez más visibles.
Para evitar traspasar los límites establecidos por el acuerdo de París, parte del carbón, petróleo y gas que se pueden extraer debe permanecer sin quemar. Los nuevos proyectos de extracción de combustibles fósiles harán que sea aún más difícil detener un mayor calentamiento global.
Países en desarrollo necesitan continuar quemando carbono por razones de desarrollo no es mejor. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático 2022, dijo que el cambio climático probablemente vería un aumento en “pérdidas y daños, fuertemente concentrados entre las poblaciones vulnerables”. La Organización Mundial de la Salud estima que, “entre 2030 y 2050, el cambio climático ocasionará aproximadamente 250.000 muertes adicionales por año por desnutrición, malaria, diarrea y estrés por calor”.
Ante este panorama, los negacionistas no ofrecen alternativas para reducir las emisiones de carbono, sencillamente ignoran el cambio climático por completo. Es como si las olas de calor, los incendios forestales, las inundaciones, el aumento del nivel del mar y la desaparición del hábitat natural causada por el clima estuvieran ocurriendo en otro planeta.
Es una llamada más. Estamos a tiempo de limitar el calentamiento global por debajo de 1,5℃. Es cierto que requerimos petróleo y gas, que actualmente no existen alternativas para determinados sectores como el aéreo, el marítimo y algunas industrias. México y sus gobiernos, tienen mucho por delante, se puede hacer mucho ahora para marcar una diferencia sustancial.
Este calentamiento continuará, con consecuencias climáticas cada vez peores, hasta que reduzcamos las emisiones globales de dióxido de carbono a “cero”. Guanajuato y el resto de los estados, tendrán que vivir y sufrir en un clima más cálido durante generaciones. Las elecciones colectivas que hagamos ahora tendrán importancia en el futuro.
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