Rolando Daza
Apunte:
Claudia Sheinbaum ganó la votación para la presidencia de México, tomando posesión el 1 de octubre con un legado que marcará su gobierno y su toma de decisiones.
Tendrá retos sociales, económicos y de bienestar que deberá resolver en el corto plazo. Algunos de ellos son: disminuir el déficit fiscal, 47 millones de mexicanos en pobreza, 51 millones sin servicios de salud, ciudades y regiones donde el estado mexicano no tiene el control, mejorar el crecimiento económico de este sexenio el cual será alrededor del 0.8% promedio, programas sociales con recursos agotados, sin respeto al estado de derecho, una fuerte presencia del crimen organizado y, por si fuera poco, afrontar la deuda de 107 millones de dólares de Pemex y la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026.
No olvidemos la parte política que debe de tomar decisiones, comenzando, ¿podrá quitarse la presencia del presidente, aunque éste se encuentre en La Chingada? ¿Se confirmará quién tendrá el poder y decisiones del país? Además, no olvidemos la presencia de los hijos y amigos cercanos para explotar los recursos del país.
Lo que pueda hacer, dependerá de la competencia del equipo que arme, la comunicación que genere y la instrumentación de las decisiones difíciles que deba de tomar. El “segundo piso de la transformación” que tanto presume la presidenta electa, se ha convertido en una incertidumbre plena para los mercados y el dólar lo ha resentido.
La iniciativa del presidente para reformar al Poder Judicial parecía que moría en el olvido; sin embargo, Sheinbaum no solo apoya la propuesta, sino que ha dejado en claro que será la primera a realizarse al arranque de su gobierno. La presidenta no solo está motivada con la iniciativa de la 4T, sino que ha decidido abonar en ella, a fin de poner su propia sazón.
Más que los jueces sean elegidos por el “pueblo” y reducir la cantidad de ministros de la Corte, quiere que la administración del Poder Judicial de la Federación esté a cargo de un órgano de administración dotado de independencia y autonomía técnica; crear un modelo nacional de justicia cívica y alternativa con rango constitucional para despresurizar al sistema penal; garantizar que el gremio jurídico contribuya a la legalidad, los derechos humanos y justicia social; y de los ejes del sistema de justicia, que incluyen a las fiscalías, justicia federal y local, así como defensorías públicas para adoptar los modelos nacionales con un enfoque social, democrático y de derechos humanos. Así lo señala en su documento: “100 pasos para la Transformación”.
Un tema, en el cual también tendrá que poner atención, es en la revisión del T-MEC que se hará en 2026, sobre todo ante la posibilidad de que gane Donald Trump. La consultora Fitch anticipa que la victoria del republicano puede generar nuevas fricciones, ya que ha abogado por un arancel de importación del 10% y el tema de los migrantes sigue siendo un punto de fricción entre los dos países.
Un camino largo y sinuoso el cual tendrá que enfrentar este próximo gobierno. Ya veremos cuál será el camino que tomará para enfrentar estos retos.
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