Rolando Daza
Apunte:
La cumbre del G20 de Río de Janeiro fue una reunión tibia, sin acuerdos trascendentales, además por la ausencia del presidente electo de los EUA, Donald Trump. Su “presencia” estuvo vigente en las sesiones de las grandes economías. Una sombra especial para los países latinoamericanos, por el fuerte impacto que su regreso a la Casa Blanca puede tener en la región.
Latinoamérica dista mucho de ser uniforme, cada país resentirá los efectos de forma diferenciada. Serán tres las áreas más afectadas, comercio, migración y seguridad.
Es de señalar, en el comercio, México se llevará la peor parte. La revista inglesa The Economist, comenta que México será el país más afectado en el mundo por el retorno de Trump, el primer criminal en la historia de ese país en ser electo al cargo. La dificultad se encuentra en las preferencias proteccionistas del futuro presidente con el estilo belicoso y rencoroso que imprime a las relaciones con otros países.
Trump “el hombre de las tarifas”, por los aranceles que impone a las importaciones a su país. Con la disputa comercial que inició contra China durante su primer periodo presidencial, dijo que “las guerras comerciales son bellas y fáciles de ganar”. Belleza que no percibieron los consumidores estadounidenses, pues tuvieron que pagar precios más altos por los bienes importados.
En el caso México, Trump amenazó a López Obrador con imponer aranceles a las importaciones provenientes de su vecino si el gobierno mexicano no sellaba la frontera para impedir el paso de migrantes. Como candidato, hizo lo mismo hace unas semanas. La amenaza estaba ahora dirigida a Claudia Sheinbaum. El segundo mandato de Trump traerá consigo una ruda política comercial proteccionista y un panorama aún más problemático para México, que envía al vecino del norte alrededor del 80% de sus exportaciones.
En el 2026, el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que fue negociado durante la presidencia de Trump, será sometido a revisión. Todo indica que el electo presidente quiere convertir este proceso en una renegociación, aumentando los elementos proteccionistas que el actual TMEC ya contiene.
En el aspecto migratorio, la xenofobia y racismo de Trump y su equipo perjudicará a toda América Latina en general. De nueva cuenta, México será el que asuma la mayor parte de la carga. Más allá de continuar con la construcción del muro fronterizo, Trump ha prometido realizar redadas y deportar a los inmigrantes sin papeles que radican en EE. UU., cinco millones de los cuales son de origen mexicano.
En el aspecto de seguridad, México también será el más afectado. Trump ha anunciado su intención de perseguir narcotraficantes e incluso de bombardear sus laboratorios en territorio mexicano, aun sin la venia del Gobierno de este país. Se trata de una idea que consideró durante su primer mandato, podría materializarse en esta segunda etapa.
Hay que tener en cuenta que, entre los nombramientos anunciados han desaparecido los asesores que moderaron sus decisiones en el pasado. La mayoría de ellos, los llamados “adultos en el cuarto”, no aparecen ya en el círculo trumpiano. Este tipo de actitud belicosa y unilateral se extenderá.
Finalmente, el mayor impacto por el regreso de Donald Trump, en temas específicos, se encuentra el que tendrá en el ambiente político de manera más amplia. Se ubicará en el populismo de derecha.
Así, la sombra de Trump en Río de Janeiro resulta premonitoria del sombrío futuro que aguarda a Latinoamérica y a México en especial.
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