Rolando Daza
Apunte:
El frío y la lluvia están presentes en los últimos días en nuestras ciudades. La acción climática se siente en todo el país. Por desgracia la situación geopolítica se impone al medio ambiente y al cambio climático. Los líderes mundiales están ocupados en resolver crisis políticas y conflictos.
En muchos sentidos, esto es lo mismo de siempre. El cambio climático es un problema que requiere cooperación internacional, cuyas posibilidades están determinadas por la geografía política. Pero este año está surgiendo algo más inquietante, el clima tiene efectos en la geopolítica.
La elección de Donald Trump ofrece un ejemplo. A todos los factores que lo llevaron a la victoria como la desigualdad, la desinformación, el racismo, los migrantes, se suma otro factor, la inflación. Trump hizo de la inflación un tema de su campaña. Lo que no mencionó fue cómo el cambio climático es cada vez más un factor que impulsa la inflación.
La inflación provocada por el clima suele ser una mala noticia para los gobernantes. Esto es evidente en el caso de los alimentos. En 2022, la sequía afectó la producción de arroz de California, redujo a la mitad la cantidad de arroz que se podía plantar; una sequía en el 2023 en el medio oeste de EUA afectó la producción de soya. Impactos similares se produjeron en todo el mundo, desde Argentina, que perdió la mitad de su cosecha de soya por la sequía, hasta Europa, donde las malas cosechas de aceite de oliva hicieron que los precios se dispararan.
El aumento de los precios de los alimentos contribuye directamente a las tasas de inflación general. La interconexión mundial de los sistemas alimentarios significa que ningún país está totalmente aislado de estos efectos.
El cambio climático puede impulsar la inflación de otras maneras, por ejemplo, el clima más cálido está reduciendo la productividad laboral y la sequía está secando los lechos de los ríos y los cursos de agua, lo que afecta el transporte de mercancías y perturba las cadenas de suministro globalizadas.
El lazo entre el cambio climático, la inflación y la política es una “señal débil” de cómo las consecuencias del efecto climático pueden frustrar nuestra capacidad colectiva para abordar las causas del cambio climático.
En nuestro país, y en particular en Guanajuato, parece que poco les preocupa esta situación. Por desgracia el tiempo no se detiene y las consecuencias tampoco. Deberíamos de estar tomando acciones para empezar por afrontar la nueva realidad climática. El cambio climático, que es peligroso a nivel mundial y para México, no se ha evitado y sus consecuencias son cada vez mayores.
Esto no significa que hayamos “perdido” la lucha por el clima. Las consecuencias de las inundaciones en Valencia, España, donde enormes multitudes exigieron la dimisión de sus gobernantes, son el último ejemplo de que los políticos que ignoran la gravedad de los crecientes riesgos climáticos lo hacen a su propio riesgo.
La historia demuestra que los períodos de inestabilidad pueden proporcionar un terreno fértil para un cambio rápido y positivo. Las condiciones que propician los círculos de catástrofe también brindan oportunidades para acelerar los círculos virtuosos.