CONTACTO AL MINUTO

Rolando Daza

Apunte:

Un nuevo proyecto para ser aprobado por la aplanadora de Morena y sus asociados en la cámara de Diputados. Esta semana, la SHCP presentó la iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año (A más tardar la Ley de Ingresos debe ser aprobada por los Diputados el 20 de octubre, en el Senado el 31 de octubre. El 15 de noviembre es la fecha para la aprobación del Presupuesto de Egresos por los Diputados).

El paquete económico para 2023 se exhibe en un contexto de alta incertidumbre económica por los efectos de la invasión rusa a Ucrania, los riesgos de recesión en Estados Unidos, las consultas energéticas en el marco del T-MEC, y las presiones inflacionarias. Bajo esta atmósfera, ¿qué podemos esperar del presupuesto económico del gobierno de la 4T?

El gobierno ha elevado la recaudación a pesar de un nulo crecimiento económico y sin haber aumentado los impuestos. Ello ha sido posible gracias a una efectiva (¿incomoda?) operación del SAT… seguirán las medidas para reducir la evasión fiscal, reforzando las medidas para reducir más la deducibilidad y alcanzar un mayor control de los contribuyentes.

El paquete económico contiene situaciones optimistas, deben cumplirse para que la economía mantenga su equilibrio en el siguiente año del sexenio. Consideremos algunos:

El presupuesto considera un crecimiento de la economía en un 3% para 2023, considera que este año será de 2.4%. En el reciente reporte de expectativas de Citi, el estimado de crecimiento para este año es de 1.9% y el de 2023 de 1.4%. Si observamos la tendencia de los dos años, la SHCP pronostica un crecimiento de 5.5 por ciento para el periodo 2022-23, los reportes indican un crecimiento de 3.3%. Hay diferencia en las estimaciones.

La SHCP pronostica que la inflación para 2023 será de 3.2% suponiendo que este año terminaremos en 7.7%. Hay diferencia con los reportes, que suponen un 8.7% para el 2022 y 4.5% para el próximo. La inflación estimada por el gobierno es de 11.1% para los dos años, mientras que los analistas estiman un 13%.

El optimismo de los números aparece también en los ingresos. Estiman que los ingresos no petroleros del gobierno federal crecerán en 7.4% en términos reales, mientras que los ingresos tributarios en específico habrán de crecer en 9.9% respecto a las cifras de este año. Se observa un crecimiento derivado del supuesto que el próximo año ya no sea necesario subsidiar las gasolinas. Estos son algunas observaciones al paquete económico.

Como ha sucedido en este sexenio, el presupuesto de egresos se orienta a satisfacer los principales temas en la agenda personal del presidente. Entre los temas se puede anticipar un aumento en los recursos destinados a la pensión para adultos mayores, a la conclusión de los grandes proyectos de infraestructura y al apoyo para Pemex y CFE.

Por lo que es previsible, se realicen recortes en áreas de la administración pública federal, como pueden ser educación, inversión física, seguridad, turismo, economía, medio ambiente, órganos autónomos, entre otros. Se prioriza la política.

Es preocupante con estos pronósticos optimistas, el presupuesto viene ajustado y si las expectativas de ingresos no se cumplen, entonces entenderíamos qué es lo que el presidente quería decir cuando hablaba de “pobreza franciscana”. Con un menor gasto no es el gobierno quien padece, sino los ciudadanos que ven deteriorados los servicios públicos, desde la educación hasta la seguridad pública.

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