Rolando Daza
Apunte:
Estamos por cerrar un año más, un año donde la política y la inseguridad predominaron sobre el bienestar de la población y de la economía nacional. Sin duda, un año de sinsabores.
Qué esperar del 2023… además de las elecciones en el Estado de México y en Coahuila, la situación del INE, las controversias con Estados Unidos y Canadá… qué esperar.
El tema de la política e inseguridad lo dejaremos fuera. Para el 2023 la economía de nuestro país dependerá más del desarrollo del mercado norteamericano y de su situación económica (parece que la desaceleración será menor a lo esperado), en estos momentos el 76% de las exportaciones mexicanas son hacia Estados Unidos. Ahora bien, el factor económico mundial, la guerra, la falta de granos, la inestabilidad de los precios del gas y el petróleo, pueden afectar el crecimiento del país.
México tiene “ventanas” que si sabemos participar generará grandes beneficios: el nearshoring, el sector electrónico, el automotriz y el turismo.
Con una menor inflación, esas oportunidades deben ser una esperanza para recuperar nuestro mercado laboral, el cual en estos momentos se encuentra débil con un subempleo creciente. La inflación estará por arriba del pronóstico del Banco de México del 3%, afectando los costos de las materias primas y de los procesos de logística. Consideremos que, si se detona una recesión a nivel mundial, las remesas disminuirán su ritmo hacia México.
Por diversas circunstancias las inversiones han disminuido hacia el país, los cambios en la política económica han afectado. México tiene que saltar del sector aeronáutico al aeroespacial, debe ingresar a la industria de la movilidad, tiene que migrar de la energía tradicional a la energía limpia, del sector bancario tradicional al Fintech y debe incursionar fuertemente en la innovación, la robótica y la nanotecnología.
La educación debe ser impulsada si queremos un país más competitivo, sin acciones y nos “dormimos”, en 5 años seremos rebasados y las ventanas se perderán.
Nuestro estado debe de transformarse lo más pronto posible, la apuesta por la innovación y la educación debe ser más incluyente, más proactiva, más agresiva, dejar de ser una conversación política. En el 2022, según datos de la Secretaría de Economía, de los 14 estados que conforman el centro del país, incluyendo Guanajuato, se generó el 55% del total del PIB.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!