El conjunto inglés fue incapaz de pasar del empate ante una sólida Dinamarca. El reparto de puntos deja las cosas muy ajustadas en el grupo C
La jornada 2 de la Eurocopa nos dejaría uno de los partidos más esperados del grupo C, el Dinamarca – Inglaterra. Ambos conjuntos llegaban con la necesidad no solo de ganar, sino de dar una buena imagen. Ni los daneses ni los ingleses fueron capaces de cumplir con las expectativas en la primera fecha. Los de Kasper Hjulmand empataron contra la inexperta Eslovenia, mientras que los ingleses ganaron por 1-0 ante Serbia, aunque con un juego muy pobre.
En cuanto a los onces iniciales, el seleccionador inglés, Gareth Southgate repitió la misma alineación de la primera jornada. La ‘Dinamita Roja’ también salió con un once muy similar, con la única variante de Joakim Maehle, que entró en el puesto de Alexander Bah.
Los primeros compases del partido fueron de mucho respeto entre los dos equipos. Inglaterra buscó ralentizar el juego y mantener posesiones largas. El mismo plan de juego por parte de Dinamarca, lo que nos dejó un inicio bastante tedioso. La primera ocasión del partido se la apuntó Foden, que recibió en la frontal y acabó disparando lejos de la portería de Schmeichel.
El encuentro estaba tranquilo, sin embargo, los de Southgate no tardaron en hacer el 1-0. En el 18′, un despiste de Kristiansen permitió a Walker internarse en el área, para poner un balón que acabaría rematando Kane de pierna zurda. A partir del tanto los Three Lions se plantaron más cerca de su área, dejando a los daneses controlar el partido.
Y tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. El control de Dinamarca se tradujo en un golazo de Morten Hjulmand en el 34′. El mediocentro del Sporting clavó un derechazo desde fuera del área en la base del palo izquierdo. La estirada de Pickford fue inútil ante el disparo del danés. El partido se marchó al descanso con un justo empate, tras un primer tiempo en el que ambos equipos tuvieron fases de superioridad.
El conjunto de las islas puso una marcha más en la segunda parte. Los jugadores más creativos se activaron tras el paso por vestuarios en busca del 2-1. Southgate realizó la primera sustición, Gallagher por Alexander-Arnold. Fruto del cambio de actitud llegaron las ocasiones de parte del lado inglés. El poste impidió que Foden anotase en su enésimo disparo desde la frontal. El del City estaba siendo el jugador más desequilibrante del partido.
También Dinamarca realizó sus cambios. Bah entró en el lugar de Kristiansen, y Damsgaard en el de Wind. Cumplida la primera hora de juego vimos un conjunto de Inglaterra superior, mucho más que en los primeros 45 minutos. El partido se paró para que llegasen los cambios. Por parte de Dinamarca Poulsen sustituyó a Hojlund. Southgate agotó tres cambios de una vez. Los sustituidos fueron Kane, Saka y Foden para dejar hueco a Watkins, Eze y Bowen. El conjunto inglés necesitaba revolucionar el ataque de forma desesperada.
Si los cambios de Southgate buscaban energía y frescura, los de Hjulmand iban en la misma dirección. Los elegidos fueron Skov Olsen y Norgaard por Eriksen y Morten Hjulmand. La revolución de Inglaterra con los cambios tuvo el efecto contrario del esperado, fueron los nórdicos los que tuvieron las más claras en el tramo final. El monólogo de Dinamarca en los últimos minutos deja muy tocada la imagen de la Inglaterra de Southgate, aunque el empate les acerca mucho a los octavos.
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