Ciudad de México, 08 de junio de 2024.- Según una investigación realizada por Daniela Wachauf y publicada en El Universal, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha gastado 458 millones 638 mil 121 pesos en el pago de deducibles de seguros debido a accidentes vehiculares del Ejército. Estos accidentes, que suman 11 mil 387 percances, se registraron entre el 1 de enero de 2019 y febrero de 2024.
Los años con el mayor número de accidentes vehiculares fueron 2022, con 3 mil 165 percances, y 2019, con 2 mil 668. Asimismo, los pagos de deducibles más altos se registraron en 2023, con un total de 171 millones 64 mil 109 pesos, y en 2022, con 119 millones 244 mil 146 pesos.
Entre los accidentes se reportaron incidentes como caída de objetos, colisiones, huracanes, granizo, incendios, intentos de robo, inundaciones, riesgos hidrometeorológicos, rotura de cristales, vandalismo, volcaduras y pérdidas totales. Los vehículos afectados incluyen autobuses de transporte, semirremolques, motocicletas, montacargas, ambulancias, Hummers, tanques, tractocamiones, y otros tipos de unidades.
Las entidades con mayor número de accidentes fueron Ciudad de México, Estado de México, Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco, Guerrero, Chiapas, Michoacán y Chihuahua.
Expertos en seguridad señalan que la alta cantidad de accidentes vehiculares en el Ejército es un problema multifactorial. Alberto Hidalgo, consultor en seguridad, menciona que muchos de estos siniestros se deben a la falta de capacitación en la conducción de vehículos militares y de emergencia, así como a una inadecuada selección del personal.
«No es lo mismo manejar vehículos civiles que militares o de emergencia, como patrullas y ambulancias. Tener conocimientos básicos de manejo no garantiza la habilidad necesaria para conducir los vehículos del Ejército Mexicano», explica Hidalgo. También subraya que la estatura del conductor es un factor crucial. «Los vehículos pueden requerir una estatura mínima para su correcta conducción. La falta de visibilidad por no cumplir con estos requisitos puede ser una de las razones de tantos accidentes».
Hidalgo recuerda que los conductores de la extinta Policía Federal de Caminos debían medir al menos 1.75 metros para asegurar una visibilidad adecuada. «La estatura no es el único factor, pero es significativo. Muchos conductores no tienen la altura necesaria, lo que compromete su capacidad de manejar adecuadamente y aumenta el riesgo de accidentes», añade.
Por su parte, Alan Huitrón, otro experto en temas de seguridad, destaca que el promedio de accidentes es preocupante, con aproximadamente siete incidentes diarios durante los años analizados. Huitrón sugiere que la Sedena debería implementar medidas de prevención, como capacitación en manejo defensivo, promoción del uso de equipo de seguridad (cinturones y cascos), establecimiento de límites de velocidad y políticas contra el uso de celulares al conducir.
Finalmente, Yuriria Rodríguez, docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que el alto número de accidentes también está relacionado con la infraestructura. Rodríguez recomienda mejorar la flotilla de vehículos del Ejército en lugar de depender exclusivamente de las aseguradoras. «Es preocupante pensar que las unidades están fallando», concluye.
