Los disturbios en Francia tras la muerte el pasado martes del adolescente Nahel por el disparo de un policía han provocado una oleada de cancelaciones de conciertos y de reservas de hotel, mientras el Gobierno ha recortado ciertos servicios de transporte público.
En una reunión extraordinaria, el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, ha decidido extender hoy a todo el país la restricción de circulación de autobuses y tranvías, que no podrán funcionar a partir de las 21.00 horas (19.00 GMT) hasta la mañana siguiente, hasta nueva orden.
También se ha prohibido temporalmente la venta de morteros para el lanzamiento de fuegos artificiales, bidones de gasolina, ácidos y otros productos inflamables y químicos.
El principal sindicato patronal de la hostelería y la restauración (UMIH) ha alertado en un comunicado de que se ha detectado una oleada de anulaciones en las reservas hoteleras en reacción a los altercados.