Juan Miguel Alcántara Soria
El bruto de Donald Trump exhibió ante el mundo otra patanería, ahora contra el pueblo de Ucrania y su presidente. El último viernes de febrero, en la Casa Blanca, recibió al presidente Zelenski; se suponía para firmar un acuerdo que obligaba a Ucrania a darle a EU parte de su riqueza minera, como compensación por el apoyo en la guerra provocada por Rusia hace tres años, por otra invasión a ese país. (Antes, en 2014, Putin se agandalló Crimea, gran parte de su territorio). No es al agresor a quien Trump cobra, sino al país invadido. Las imágenes del desencuentro harto se han difundido. Acusó al presidente ucranio de querer una 3ª Guerra Mundial. Los gobiernos de Europa, de inmediato, expresaron su solidaridad con Ucrania, y su repudio al grosero de Trump. El de Rusia, complacido. Los de Alemania, Francia, Polonia y otros anuncian buscarán una Unión Europea para la Seguridad, visto que la OTAN (la alianza EU-Europa que siguió a la 2ª. Guerra Mundial) ha sido debilitada por Trump. Días antes, el presidente de Francia se había confrontado en Washington con Trump por la invasión a Ucrania, le aclaró que el monto de apoyos de Europa era muy similar al de EU, esos sí, apoyos solidarios; y Macron dijo este viernes: “Hay un agresor y es Rusia. Hay un pueblo agredido que es Ucrania”. Agregó: “El único que pone en riesgo la seguridad global es Putin”.
Tres días antes, Trump provocó que en la ONU votaran EU, Rusia, Irán Corea del Norte y Venezuela, resolución llamando al fin de la invasión de Ucrania, pero sin condenar a Rusia. Los dictadores o autócratas del mundo unidos. Están definiendo nuevos escenarios geopolíticos para Rusia y EU, sin participar Europa.
Es útil comparar las personalidades de Trump como de López Obrador, muy parecidas o similares. Los electorados de allá y acá no lo perciben luego a tiempo. Ambos tienen un conocimiento limitado y muy subjetivo del mundo; no tienen pensamiento crítico, sí dogmático o ideológico; intolerantes a la crítica; pretenden regresar al pasado remoto porque lo consideran mejor que el presente; desprecian o destruyen instituciones u órganos autónomos, incluso internacionales (ONU, OEA, T-MEC, OTAN, OMS); desconocen la Constitución Política de su país o hasta se hacen una a modo; al libre comercio internacional lo ven dañino; se rodean de incompetentes pero leales; de estilo populista y discurso nacionalista; desconfían y descalifican a los medios de comunicación; centralizan el poder y destruyen equilibrios, llegando a dominar a los otros poderes; usan la confrontación como estrategia política con discurso público polarizante; hablan contra la corrupción y favorecen amiguismo y nepotismo en los cargos y arcas públicas.
El mismo viernes 28, el gobierno de México cedió a amenazas de Trump y ofrendó a 29 capos. No como “extraditados”, porque requeriría respetar trámites judiciales, sino “expulsados”, por ser “amenazas a la seguridad nacional”. ¨Por riesgo a ser liberados o retrasar extradición, confesó el secretario García Harfuch. Ayer sábado, la columnista Peniley Ramírez reveló en Reforma que hace dos años el gabinete de seguridad propuso a López Obrador esa fórmula de expulsar “criminales que amenazan la seguridad nacional”, quien no aceptó. Biden era presidente de EU; no es Trump. Y Ramírez expuso: “La mayor incógnita es cómo reaccionarán otros traficantes ante esta nueva era de “traslados, no extradiciones…. Esos nuevos tiempos me recuerdan a Colombia en la década de 1980, cuando varios capos crearon la organización terrorista “los Extraditables”, con el lema: “Preferimos una tumba en Colombia a una prisión en EU”. Allí, esos capos ordenaron miles de actos terroristas tratando de impedir sus extradiciones”.
Sobran machos alfa dando patadas en los corrales del mundo. Las amenazas a la civilización y al destino de la humanidad son graves, y pueden ser muy demoledoras, si prevalece la barbarie. El bien común del género humano es el valor determinante y razón de ser de la vida internacional. “La conciencia de la especie debe tener prioridad sobre la conciencia de clase y sobre la conciencia nacional”. Con pensamiento crítico y buena voluntad recuperemos orden interno e internacional.
Entre las patas de bestias, allá y acá
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