Irapuato, Guanajuato. En un operativo realizado por el colectivo de búsqueda de personas desaparecidas "Una Luz en Tu Camino", se localizaron los restos de dos hombres en un pozo situado en una vivienda actualmente deshabitada, que había sido ocupada por individuos vinculados al crimen organizado. La propiedad se encuentra a aproximadamente 13 kilómetros del centro de Irapuato, en la comunidad San Vicente de Malvas, en una zona conocida como "La Oreja".
A pesar de las dificultades y el temor reinante, los miembros del colectivo llevaron a cabo la exhumación de los cuerpos sin el apoyo de la Fiscalía General de Justicia del Estado, incluso tras haber solicitado asistencia. La búsqueda se desarrolló de sábado a domingo y abarcó un total de 19 horas. Durante el proceso, se encontraron evidencias que sugerían la anterior actividad del crimen organizado en la casa, como bolsas utilizadas para el tráfico de drogas.
El primer cuerpo fue hallado a dos metros de profundidad en el pozo. A medida que caía la noche y la inseguridad en el área aumentaba, el colectivo gestionó la recolección del primer cadáver, que fue entregado a la unidad de Homicidios. Se planeó continuar la búsqueda al día siguiente con el apoyo de antropólogos y arqueólogos.
Sin embargo, el domingo, el colectivo no recibió la esperada presencia del personal fiscal, y ante esta ausencia, decidieron seguir adelante con las labores de búsqueda. Así, lograron recuperar un segundo cuerpo tras más de ocho horas de trabajo continuo en condiciones adversas y con limitadas herramientas.
Tras la exhumación del segundo cadáver, el equipo pericial de la fiscalía llegó al lugar y reiteró su compromiso de continuar las investigaciones. A pesar de este pronunciamiento, el colectivo ha expresado su preocupación por la falta de seguimiento y ha manifestado la intención de regresar para continuar con la búsqueda, dada la percepción de que existen más cuerpos en la zona.
En cuanto a las características de los cuerpos recuperados, se informó que ambos eran hombres, uno de los cuales presentaba tatuajes asociados a la Santa Muerte. El primer cuerpo, además, portaba una gorra con la leyenda "Puma". El segundo estaba en un estado de descomposición avanzado, lo que limitó la observación de sus prendas.
El colectivo ha hecho un llamado a la Fiscalía para que involucren a especialistas en la búsqueda, resaltando la complejidad y el riesgo de las labores en el área. El grupo cuenta con apoyo de la Guardia Nacional para llevar a cabo sus actividades, pero insisten en que son necesarias medidas más coordinadas con las autoridades para garantizar la seguridad y la efectividad de las búsquedas.