Juan Miguel Alcántara Soria
No hay semana que no se destruyan o dañen instituciones, se atente contra la Constitución Política; se aniquilen contrapesos para concentrar los poderes públicos en una sola corporación. Un nuevo atentado a nuestras libertades nos pone alertas. Claudia Sheinbaum envió al Senado, el miércoles 23, una iniciativa de ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Para darse de inmediato la posibilidad de censurar opiniones expresadas en medios de telecomunicación que su gobierno considere inconvenientes, o moleste su narrativa. Pide que el poder legislativo -Morena lo controla-, le permita clausurar, desconectar o bloquear de audiencia a cualquier medio, redes sociales, plataformas, servicios de mensajería, internet (u otras sanciones), cuando su Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) considere se afecte la soberanía, o la seguridad del país, o la visión del gobierno. Sin necesidad de aprobación judicial, planteó.
La ATDT será un gendarme como el Big Brother de Orwell. Una sola persona decidirá, a solicitud de cualquier autoridad competente, a quién censurar. La iniciativa fue aprobada antes de 24 horas en comisiones del Senado, por Morena y paleros, sin leerla y sin la deliberación democrática que la Constitución y la Suprema Corte exigen. Con el fin del próximo lunes aprobarla el pleno del Senado, y antes del miércoles 30 la aprobasen diputados. Este día se termina el período ordinario de sesiones. Ante las alertas de la oposición, de medios de comunicación, intelectuales y la oficina de la ONU, Sheinbaum pidió más análisis de su iniciativa, “para no dar ningún argumento a la oposición”. Atentar contra libertades y derechos fundamentales no es lo que preocupa.
¿Qué libertades y derechos nos daña su iniciativa? Del Art. 6o. constitucional: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público… El derecho a la información será garantizado por el Estado. Toda persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier medio de expresión. El Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet…”
Del artículo 7o. “Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. No se puede restringir este derecho por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares, de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios y tecnologías de la información y comunicación encaminados a impedir la transmisión y circulación de ideas y opiniones. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni coartar la libertad de difusión, que no tiene más límites que los previstos en el primer párrafo del artículo 6o. de esta Constitución. En ningún caso podrán secuestrarse los bienes utilizados para la difusión de información, opiniones e ideas, como instrumento del delito.”
Del Art. 14: “… Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho”. Del Art. 16: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento…”
Estas libertades y derechos debemos reconocerlos indeleblemente. Y defender con honor y vigor. La destrucción del poder judicial independiente es ruta a dictadura. ¿Ante quién los defenderemos? ¿Nos vale?