Lavado de manos ante el viacrucis ciudadano

Marycarmen Soria

Como cada año en estas fechas, en la Semana Santa se conmemora la pasión de Cristo, es decir, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.

Con impotencia y frustración veo cómo también en estas fechas arrancan las campañas en el Estado de México y Coahuila, los candidatos acompañados por un gran número de corcholatas o precandidatos a la Presidencia de la República, y se presentan ante las multitudes como en los tiempos de Poncio Pilato, y todos se lavan las manos ante los problemas de la gente.

Dando lugar a un verdadero viacrucis que vive cada ciudadano que se enfrenta a la inseguridad de no encontrar trabajo o de perder el que tiene, de que su hija, esposa, hermana, madre sean violentadas, secuestradas o asesinadas, de que sus hijos caigan en las drogas o en algún vicio, o sean reclutados por el crimen organizado, de que al emprender un negocio tengan que pagar piso o protección, de que les sea robado su vehículo o casa habitación, de perder su salud y no encontrar un sistema de salud que lo apoye, de que las instituciones encargadas de impartir justicia no sean eficientes y honestas.

De no saber cómo enfrentar esta crisis económica con una inflación al alza, donde a los que estamos registrados en Hacienda nos presionan más, préstamos con intereses muy altos, tanto como los precios de la canasta básica, de los medicamentos, de la gasolina, de los seguros, las casetas y de la vida en general.

De ver en los noticieros digitales e impresos que hay tomas de carreteras y ya no poder circular libremente por nuestro país, de ver balaceras por todas partes y a la luz del día sin que ninguna autoridad intervenga, de aumento de fraudes y de extorsión, secuestro y tanta violencia entre jóvenes y niños en las escuelas, en fin de perder la paz, la confianza y la esperanza.

Y a  pesar de todo lo anteriormente señalado, se tiene el cinismo de unos y otros de invitar a la gente, activistas, líderes comunitarios y todo el que esté interesado en poner su tiempo, su vehículo, su internet, su luz, su computadora, un espacio, su gasolina y a exponerse a varias cosas, con el fin de ser  presidentes en diversos niveles del comité de apoyo para alguno de estos precandidatos, que no han asumido ninguna crítica constructiva y menos autocritica, de análisis y reflexión, para reconocer que el país está sumido en varias y grandes crisis de  salud, seguridad, económica, empleo y  humanitaria.

Nadie asume responsabilidades, ni necesidad de cambiar o retomar algunas políticas públicas y reforzar otras, entonces debemos preguntarnos, ¿nos merecemos seguir viviendo este viacrucis mientras ellos se lavan las manos?

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