Presidente de Corea del Sur declara «ley marcial de emergencia» y acusa a opositores de controlar el Parlamento
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, sorprendió al país el martes al declarar un «estado de ley marcial de emergencia», acusando a la oposición de tener simpatías pronorcoreanas y de controlar el Parlamento con el fin de paralizar al gobierno. Este drástico anuncio marca un giro significativo en la política surcoreana y plantea dudas sobre el futuro de la democracia en la nación.
Acusaciones contra la oposición y el control del Parlamento
Durante una sesión informativa televisada, Yoon Suk Yeol afirmó que los opositores, especialmente del Partido Democrático, han estado trabajando para socavar el orden democrático del país. Según el presidente, estos grupos, en su mayoría de izquierda, están fomentando la simpatía hacia Corea del Norte y obstaculizando las acciones del gobierno mediante actividades antiestatales. Yoon prometió que su administración “erradicará las fuerzas pronorcoreanas” y defenderá la democracia constitucional de Corea del Sur.
Este anuncio ha generado controversia, ya que no está claro cómo afectarán estas medidas a la gobernanza y las libertades democráticas en el país. La situación ha escalado debido a la creciente tensión entre el conservador Partido del Poder Popular, de Yoon, y el Partido Democrático, que controla el Parlamento.
El papel de la ley marcial y los cambios en la administración
Tras la declaración de ley marcial, el presidente nombró al jefe del Estado Mayor Conjunto, Park An-su, como comandante bajo esta nueva normativa. Park An-su, quien liderará las acciones bajo la ley marcial, anunció que las actividades de la Asamblea Nacional y los partidos políticos quedarán prohibidas temporalmente. Este cambio de poderes es un paso dramático en medio de una creciente polarización política en Corea del Sur.
Por su parte, el ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, convocó una reunión urgente con los principales comandantes militares y ordenó un seguimiento estricto de las actividades del Ejército, según informaron fuentes oficiales. La situación está en constante evolución, y muchos analistas temen que la política surcoreana se desestabilice aún más.
Reacciones de la oposición y medidas en el Parlamento
El Partido Democrático reaccionó rápidamente a la declaración de ley marcial, convocando una reunión de emergencia de sus legisladores para discutir la situación. A pesar de las medidas de seguridad, imágenes de las cadenas de televisión han mostrado grupos de policías bloqueando el acceso a la Asamblea Nacional, lo que indica que el gobierno está tomando medidas severas para evitar cualquier resistencia o desafío a la nueva normativa.
La oposición se ha mostrado crítica ante el uso de la ley marcial, considerando que esta podría ser una táctica para afianzar aún más el control de Yoon sobre el poder y limitar las funciones del Parlamento. Esto genera una mayor preocupación sobre el futuro de la democracia en Corea del Sur, especialmente en un contexto donde la polarización política está en su punto más alto.
La situación de Yoon y el estancamiento en el Parlamento
Yoon Suk Yeol, cuyo índice de aprobación ha caído en los últimos meses, enfrenta un desafío significativo al tratar de llevar adelante su agenda en un Parlamento que está fuertemente dominado por la oposición. Desde su llegada al poder en 2022, ha sido incapaz de avanzar con su proyecto de ley del presupuesto para el próximo año debido a las intensas disputas con el Partido Democrático.
A lo largo de su mandato, Yoon también ha enfrentado críticas por su manejo de escándalos que involucran a su esposa y a altos funcionarios del gobierno. La falta de investigaciones independientes sobre estos casos ha provocado rápidas reprimendas por parte de sus rivales políticos, quienes ahora se ven fortalecidos por el reciente uso de la ley marcial.
Un giro dramático para Corea del Sur
La declaración de ley marcial de emergencia por parte de Yoon Suk Yeol marca un punto de inflexión importante en la política surcoreana. A medida que las tensiones entre el gobierno y la oposición aumentan, el futuro de la democracia en Corea del Sur parece estar en juego. Aunque el presidente ha prometido erradicar a las «fuerzas pronorcoreanas», las medidas adoptadas han generado preocupación tanto dentro como fuera del país sobre la posible erosión de las instituciones democráticas.
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