Nos hace falta líderes

Nos hace falta líderes

Por Alejandro Martínez

Miembro del Consejo Directivo Colegiado del Instituto Irapuato

Afirmo que México no tiene escasez de líderes, pero al parecer la mayoría de ellos lleva a cabo acciones que benefician más a sí mismos que a las personas a quienes dirigen.

Un líder es una persona que dirige a un colectivo, grupo social o comunidad; es decir, que les conduce hacia el logro de ciertas metas u objetivos. Hasta aquí todo claro, en México existen muchas personas que desempeñan esta función; sin embargo, ¿por qué se escucha frecuentemente la frase “nos hace falta líderes”? Pienso que mejor deberíamos decir “nos hacen, falta buenos líderes”.

Esta inquietud me remite a pensar en la importancia que tiene, en el fluir de nuestra vida cotidiana, el tener buenos líderes. Y desde luego también ser buenos líderes. Individuos que con su compromiso y accionar cotidiano conduzcan a la colectividad atendida al logro de los objetivos que les unen.

Aunque se piense lo contrario, la sociedad está llena de líderes, todos somos seguidores de algún o alguna líder, pero también ejercemos funciones de liderazgo en algunos espacios, aunque no seamos conscientes de ello.

Algunas formas de liderazgo se hacen más visibles para la mayoría debido al gran impacto que tienen en el desarrollo y bienestar de nuestras vidas; por ejemplo, los líderes políticos o los líderes religiosos. Mas no debemos dejar de observar que participamos de muchas otras colectividades, presentes en nuestro día a día, que influyen en crear las condiciones que nos permiten desarrollarnos como personas que buscan la plenitud en día a día.

Formamos parte de colectivos que se desenvuelven en ámbitos de muy diversa índole; por citar algunos, los hay con fines laborales, deportivos, artísticos, de amistad, de la colonia donde se vive, de estudio; de intereses muy particulares como podría ser un hobbie común o inclusive el interés altruista por contribuir a mejorar un problema social. Y desde luego debemos considerar un pequeño colectivo sumamente importante para la conformación de nuestra personalidad y valores, por ende, de nuestra sociedad, la familia; así es, también ahí se desarrollan acciones de liderazgo.

Siendo conscientes de la existencia de toda esta red interconectada de colectivos, todos ellos conformados por líderes y liderados, que llevan a cabo acciones en su búsqueda de tener una vida plena, es que se vuelve tan pertinente que toda persona busque desarrollar habilidades y actitudes propias de los buenos líderes. Nadie nace siendo líder, pero sinceramente creo que toda persona tiene el potencial necesario para serlo, para desenvolverse como tal en los espacios que la vida le vaya presentando.

La pregunta que ahora surge es ¿Qué habilidades y actitudes son elementales para ejercer un buen liderazgo?

En mi opinión, formada en mis últimos 15 años laborales por el estudio, promoción y aplicación de principios de liderazgo que varios autores proponen; me inclino a sugerir estos elementos como constituyentes esenciales de un buen liderazgo:

  • Generar estructuras colaborativas que permitan a cada miembro desplegar su potencial de autorrealización al contribuir con la misión del grupo.
  • Promover la motivación necesaria para que los integrantes persistan en el logro eficiente de los objetivos planteados por el colectivo.
  • Usar mente y corazón para la toma de decisiones, colocando prioritariamente el bien común sobre el bien particular.

Estas tres acciones son difíciles de llevar a cabo, pero estoy convencido de que sin ellas el grupo se asemejaría más a una manada conducida por un macho alfa que a un colectivo de personas trabajando colaborativa y comprometidamente por una misión compartida.

Yo creo que esto último es el reflejo de un buen estilo de liderazgo, donde la satisfacción se generalice y no quede alojada en unos cuantos, o peor, sólo el líder la tenga. Es por este mal desarrollo del liderazgo y los beneficios que trae consigo, el que la mayoría quiere dirigir o, mejor dicho, quieren ser jefes o jefas.

Como mencioné anteriormente, todos estamos llamados a ser líderes en algún espacio de nuestra vida, personal o laboral, pero de igual manera todos tenemos espacios donde somos liderados.

Por lo tanto, si en nuestro espacio de liderazgo buscamos desplegar estas tres recomendaciones junto con el grupo, seguro estoy que los resultados serán muy satisfactorios, uno avanza más si todos trabajan colaborativamente a si uno jala y los demás se comportan como lastre al no ser atendidos en sus necesidades.

Ahora, si nos toca estar del lado de los liderados, y repito, todos en algún espacio lo estamos ¿Qué tipo de líder te gustaría tener al lado tuyo? ¿El que ve solo por sí mismo o el que ve por el bien colectivo, ocupado por tu crecimiento personal sin perjuicio del crecimiento personal de los demás, un buen líder?

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