Irapuato, Gto., 25 de diciembre de 2024.- En un contexto marcado por la violencia y el dolor de las víctimas inocentes, el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, emitió un contundente llamado a la reflexión y al desarme como vías esenciales para combatir la ola de violencia que afecta a la región. En su mensaje navideño, el obispo instó tanto a las autoridades como a la sociedad a trabajar unidos por la justicia y la paz.
“Desgraciadamente, seguimos inmersos en un ambiente de violencia que, pese a los intentos por ocultarlo, sigue cobrando víctimas inocentes. ¿Cuántos daños colaterales, cuántas vidas truncadas por políticas y decisiones erróneas? Esto no puede continuar”, declaró con firmeza durante su pronunciamiento.
El obispo lamentó los recientes episodios de violencia en Irapuato, que incluyen homicidios de policías, menores de edad y otros ciudadanos, reflejando la grave crisis de seguridad que vive la región.
Año de la Paz y jornadas de reflexión
Enrique Díaz destacó que el próximo año será declarado como el Año de la Paz en la Iglesia Católica, en el que se llevarán a cabo diversas jornadas de reflexión y acciones concretas para promover la convivencia pacífica. En sintonía con el llamado del papa Francisco, el obispo subrayó la importancia del desarme como un paso fundamental hacia la construcción de una sociedad más segura.
“El desarme es crucial. Necesitamos saber de dónde provienen tantas armas y detener este flujo que alimenta la violencia. Más que fomentar enfrentamientos, debemos abrir caminos hacia la reconciliación y la paz”, expresó, enfatizando la responsabilidad compartida entre las autoridades y la ciudadanía.
Un mensaje de esperanza para la Navidad
Al acercarse las celebraciones navideñas, Enrique Díaz exhortó a la población a reflexionar sobre el valor de la vida y la necesidad de trabajar por una sociedad más justa y solidaria.
“Que esta Navidad nos lleve a valorar la vida, a rechazar cualquier forma de violencia y a luchar juntos contra la injusticia. Es momento de que todas las autoridades, con honestidad y unidad, enfrenten de manera efectiva esta crisis que tanto nos afecta”, concluyó.
El llamado del obispo llega como una invitación a transformar estos días de celebración en una oportunidad para reflexionar y actuar en favor de la paz, buscando que el próximo año sea un tiempo de esperanza y reconciliación para todos.