Política e inseguridad

Marycarmen Soria

La inseguridad no solo afecta la calidad de vida de las personas, sino que también influye en su percepción sobre el sistema democrático. En los lugares más violentos existe mayor desafección política y baja participación electoral.

La violencia ya se hizo una característica de varias  ciudades y es evidente que sus habitantes han aprendido a vivir con o de esta violencia, sin embargo, el hecho de haberse hecho una costumbre no significa que el problema se haya resuelto, y se suele evitar el problema responsabilizando a algunas personas violentas, gobiernos anteriores, pero nadie quiere asumir la responsabilidad de lo que le toca, de reconocer que las políticas implementadas por parte del Estado hasta el momento no son las adecuadas, ya que han sido elaboradas sin que las principales víctimas hayan participado de forma activa en algún proceso de las mismas.

Pareciera que nos encontramos en un callejón sin salida, ante la ineficiencia e indiferencia de las autoridades muchos ciudadanos se han hecho responsables de su propia seguridad, ya sea contratando escoltas privados, en sus casas o comercios, cámaras de seguridad e incluso armándose.

Los ciudadanos esperamos de parte del gobierno acciones que ofrezcan ciudades más seguras, como lo estipula el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos donde se establece que la seguridad pública es obligación del Estado y para cumplirla todas las instituciones policiales deben organizarse bajo los principios de legalidad, eficiencia, profesionalismo y honradez.

La relación ciudad-violencia, debería de ser una prioridad en la agenda de gobierno ya que la consecuencia de la violencia en las ciudades, genera un cambio en el comportamiento de la sociedad, aparecen estados de ánimo como la angustia, el aislamiento, la desconfianza y la agresividad en los individuos, se van perdiendo los espacios públicos y la gente se encierra más en sus casas, comercios, oficinas, levantando muros más altos, poniendo más controles de ingreso y salida, por temor al robo y violencia.

Para que un problema reciba la atención del gobierno, requiere ser parte de la agenda del gobierno en un momento determinado, por agenda de gobierno se entiende a el conjunto de problemas, demandas, cuestiones y asuntos que los gobernantes han seleccionado para actuar.

Pero en su actuar diario, parece que su agenda es solamente política y están más preocupados por seguir siendo candidatos a algo, por tener reuniones que son de apoyo a sus proyectos, pero que no son campañas anticipadas según ellos, pero no los vemos en reuniones en la ciudades que están siendo incendiadas, donde han asesinado a generales, jueces, policías y ciudadanos, no hemos escuchado posiciones claras, de análisis en los temas de economía, empleo, salud y seguridad.

Pero ellos no son el problema, porque deberíamos ser los ciudadanos los que les exigiéramos resultados, compromisos con los problemas de la sociedad, responsabilidad, compromiso y apoyo de ellos a nosotros y no al revés.

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