Irán y Hezbolá muestran una postura distante respecto al triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Mientras tanto, algunos iraníes celebran su victoria con la esperanza de un cambio en la política interna de Irán.
La indiferencia de Irán ante el resultado electoral
El gobierno iraní, a través de su portavoz oficial Fatemeh Mohajerani, expresó que la victoria de Trump no tendrá repercusiones significativas para Irán. «La elección del presidente de Estados Unidos no tiene una relación clara con nosotros», afirmó Mohajerani, subrayando que las políticas generales de ambos países se han mantenido constantes durante décadas de tensiones, que se remontan a la Revolución Islámica de 1979.
Aunque las autoridades iraníes parecen restarle importancia al impacto político de la elección, la reacción económica no fue tan tranquila. Durante la jornada electoral, el rial iraní alcanzó niveles históricamente bajos, cayendo a 710,000 riales por dólar. Aunque posteriormente se recuperó ligeramente, esta caída reflejó la preocupación por la incertidumbre internacional generada por el posible retorno de Trump al poder.
Hezbolá también minimiza las elecciones
Naim Qasam, líder de Hezbolá, también se mostró indiferente ante la victoria de Trump. Según Qasam, los resultados de las elecciones en Estados Unidos no afectarán el curso del conflicto en Oriente Medio. «El apoyo de los estadounidenses a Israel es limitado», indicó Qasam, sugiriendo que la política estadounidense hacia la región no cambiará sustancialmente independientemente de quien esté en la Casa Blanca.
Durante el primer mandato de Trump, las relaciones entre Irán y Estados Unidos fueron tensas, especialmente tras la retirada unilateral de Trump del acuerdo nuclear en 2018. El acuerdo, firmado en 2015, limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones. Sin embargo, tras el abandono del pacto por parte de Estados Unidos, las sanciones se reinstalaron, afectando gravemente la economía iraní, que continúa luchando con las consecuencias de esta política.
Tensión en el conflicto regional
La presidencia de Trump estuvo marcada por la creciente tensión en el Medio Oriente, particularmente con la escalada bélica en la región y el asesinato del general iraní Qasem Soleimaní en 2020. Además, el conflicto con Israel y la postura estadounidense de apoyo al Estado judío continuaron siendo puntos de fricción.
Ahora, con el regreso de Trump a la Casa Blanca, algunos temen que estas tensiones puedan intensificarse aún más. Sin embargo, el hecho de que Trump vuelva al poder también genera esperanza en algunos sectores iraníes que esperan que su liderazgo acelere un cambio de régimen en Irán, especialmente por su postura firme contra la República Islámica.
La reacción interna en Irán
A pesar de las reacciones de indiferencia por parte de los líderes de Irán y Hezbolá, algunos ciudadanos iraníes han celebrado la victoria de Trump, creyendo que su regreso podría llevar a un cambio radical en el sistema político del país. Aunque la mayoría de los iraníes continúan enfrentando las duras consecuencias de las políticas económicas y las sanciones, hay quienes consideran que un liderazgo más confrontativo con Teherán podría marcar el fin de la República Islámica.
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