Guanajuato, Gto., 25 de abril 2024.- El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de Guanajuato (DIF), realizó el encuentro de «Crianza Positiva», entre padres, madres y cuidadores con el objetivo de impulsar su participación y los buenos tratos entre las niñas, niños y adolescentes.
Durante el encuentro, se formaron cuatro mesas de trabajo con la participación de más de 100 padres, madres y cuidadores, donde compartieron conocimientos, experiencias y evolución en las técnicas para garantizar los buenos tratos a la infancia y adolescencia guanajuatense.
De esta manera, se busca mejorar la interacción parental y garantizar el respeto a los derechos y dignidad humana de las niñas, niños y adolescentes del Estado de Guanajuato, donde se contó con la participación de los expertos en una educación de las hijas e hijos.
En cada una de las mesas de trabajo, los participantes buscan conocer y aprender a responder a los sentimientos, pensamientos y reacciones de las niñas, niños y adolescentes según su etapa de desarrollo; además de promover y reforzar los vínculos afectivos en la familia; ofrecer un ambiente seguro y estable.
Durante el encuentro los participantes expusieron sus avances, el trabajo que han realizado antes y después de los conocimientos obtenidos en los talleres de crianza positiva para generar el vínculo entre las hijas e hijos dentro del núcleo familiar.
En el análisis de cada una de las mesas de trabajo el Dr. Esteban Gómez Muzzio, Director Ejecutivo de la Fundación América por la Infancia (FAI), quien revisó los avances logrados en la implementación de las acciones de Crianza Positiva de padres, madres y cuidadores de NNA.
Asimismo, las mamás, papás y cuidadores asumieron el compromiso para continuar trabajando por la niñez y adolescencia para generar buenos tratos a las nuevas generaciones y garantizar sus derechos humanos.
De igual forma, en las mesas de trabajo se resolvieron algunas dudas y se trabajó sobre la manera de resolver los problemas de manera positiva, sin recurrir a castigos físicos, gritos, amenazas o insultos, y construir sobre las fortalezas de la familia, ayudando a la madre y/o al padre (o cuidadores principales) a identificar sus recursos y a desarrollar la capacidad de reflexión sobre su experiencia con la niña, niño o adolescente.
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