El Gobierno de Sudáfrica denunció este sábado “lo que parece ser una campaña de desinformación y propaganda” contra el país africano por parte de Donald Trump, después de la orden firmada por el presidente de Estados Unidos para bloquear de manera indefinida toda la ayuda a Pretoria, a la que acusa de confiscar tierras y perjudicar a Israel.
“El Gobierno de Sudáfrica ha tomado nota de la última orden ejecutiva emitida por el presidente Trump. Es motivo de gran preocupación que la premisa fundacional de esta orden carezca de rigor factual”, señaló en un comunicado el Ejecutivo sudafricano.
“Nos preocupa lo que parece ser una campaña de desinformación y propaganda destinada a desprestigiar a nuestra gran nación”, añadió.
Sudáfrica se ha defendido durante los últimos días de los ataques de Trump, que la acusa de confiscar tierras sin compensación y llevar a cabo violaciones de derechos humanos, tras la aprobación el pasado 23 de enero de una ley que facilitará la expropiación de tierras por interés público en el país africano.
“Mientras Sudáfrica continúe con estas prácticas injustas e inmorales que dañan a nuestra nación, Estados Unidos no proporcionará ayuda o asistencia a Sudáfrica”, dicta la orden ejecutiva firmada este viernes por el mandatario estadounidense.
La orden también incluye la promoción del reasentamiento en EE.UU. de “refugiados afrikáners”, la minoría blanca de Sudáfrica descendiente de colonos neerlandeses, que “escapan de la discriminación racial promovida” por su Gobierno.
Asimismo, Trump denunció que “Sudáfrica ha adoptado posiciones agresivas hacia Estados Unidos y sus aliados, incluida la acusación de genocidio a Israel” ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Para el Gobierno sudafricano, esta medida “no reconoce la profunda y dolorosa historia de colonialismo y ‘apartheid’” que atravesó su país, en referencia al régimen de segregación racial que rigió en Sudáfrica entre 1948 y 1994.
“Resulta irónico que la orden ejecutiva prevea el estatuto de refugiado para un grupo en Sudáfrica que sigue estando entre los más privilegiados económicamente, mientras en EE.UU. se está deportando y denegando el asilo a personas vulnerables de otras partes del mundo”, aseveró Pretoria.
“Reiteramos que Sudáfrica sigue comprometida con la búsqueda de soluciones diplomáticas a cualquier malentendido o disputa”, concluyó el Ejecutivo sudafricano, después de que el presidente del país, Cyril Ramaphosa, destacara este jueves en su discurso anual del estado de la nación que su país no se dejaría “intimidar”.
Aunque Trump ya suspendió la ayuda humanitaria en todo el mundo por un período de 90 días, la sanción contra Sudáfrica tiene un plazo indefinido.
Dentro de las instituciones a las que Trump ordena cortar la ayuda a Sudáfrica figura la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), un organismo que se encuentra en proceso de desmantelamiento por orden del magnate Elon Musk, mano derecha del republicano y de origen sudafricano.
La represalia de Trump se suma a la decisión del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, de suspender su participación en la reunión de ministros de Exteriores del G20 que se celebrará a finales de este mes de febrero en Sudáfrica.
La expropiación de tierras es un tema de alta sensibilidad en Sudáfrica, donde todavía hay un reparto desigual del suelo, herencia del ‘apartheid’.
De hecho, según un informe gubernamental de 2017, más del 72% de las tierras de cultivo de propiedad privada del país pertenecen a población blanca, que representa menos del 8% del total de sudafricanos.