Juan Miguel Alcántara Soria
El lunes 29 de abril, López Obrador, en su mañanera, acusó recibo de acusaciones de recibir personalmente dinero del Cártel de Sinaloa, para su campaña en el 2006, recogidas antes en investigaciones de la DEA de Estados Unidos y de la PGR de México; ya difundidas en medios estadounidenses y de Europa. El domingo 28 se publicaron partes del libro “Historia Secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa”, de Anabel Hernández (Grijalbo), en Reforma. Luego, completo en vía electrónica. Las relaciones AMLO-Cártel de Sinaloa, incluyendo de sus hijos con hijos de El Chapo, son seguidas por agencias de Estados Unidos desde hace tiempo.
Dice del 15 de junio de 2006: “La cita fue en el hotel ‘El Campestre’, en Gómez Palacio (Durango). El brazo derecho de Beltrán Leyva se encargó de conseguir la habitación donde se llevaría a cabo el encuentro… El primero en llegar fue Pancho León. Iba acompañado de Andrés Manuel López Obrador y del responsable de su seguridad: el general Audomaro Martínez Zapata. Los tres entraron a la habitación. Cuando avisaron a El Grande que sus invitados habían llegado, entró con la maleta que contenía el medio millón de dólares… Pancho León hizo las presentaciones, él y AMLO agradecieron el apoyo, “todos estaban emocionados y agradecidos”, dijo el T5 en la entrevista realizada para reconstruir los hechos para esta investigación periodística… El Grande dijo que su compadre, Arturo, mandaba un regalo, que esperaba que todo saliera bien en las elecciones y que estaba a la orden… Entregó la maleta a López Obrador, quien agradeció el apoyo y pasó la maleta al general Audomaro. “Muchas gracias”, dijo AMLO, “saludos al señor”. El dinero no venía solo de parte de Arturo Beltrán Leyva, sino de la cúpula del Cártel de Sinaloa. El pacto era indisoluble, ganara o perdiera el 2 de julio.
“Surgió el inconveniente de cómo transportar medio millón de dólares en efectivo. Le pidieron a El Grande que les llevara el dinero a la Ciudad de México, a lo que el capo se negó… Encontró una rápida solución: regalarles una camioneta para que alguien de su equipo transportara el dinero”. “Cuando El Grande fue extraditado a Estados Unidos, en 2012, de nuevo testificó y detalló esta entrega de dinero a AMLO”.
Pregunta Anabel a otro testigo: “¿Tú sabes si tu jefe dio dinero a la campaña de López Obrador? En la de 2006. Sí. Veinticinco millones de dólares. ¿Te acuerdas de quién? Todos hicieron cooperacha. ¿Cómo entregaron el dinero? Tuvo que ver el Diecinueve -Roberto López Nájera… viajaron rumbo a Punta Mita. Encargado de la plaza en Nuevo Vallarta era El Pepino, se hizo cargo de la logística… El anfitrión era Arturo Beltrán Leyva…La reunión entre Arturo, El Grande, La Barbie, El Charro, Pancho León, Emilio Dipp y el emisario de López Obrador duró más de dos horas… No fue el Cártel de Sinaloa el que había buscado comprar al candidato, fue éste quien se puso a la venta… Lo que el enviado del candidato pidió al Cártel, por conducto de Arturo Beltrán Leyva, fue que apoyaran con dinero la campaña presidencial… El dinero fue entregado a nombre de Beltrán Leyva, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, e Ismael Zambada García, “El Mayo”.
Al rechazo de AMLO el lunes, Anabel respondió pidiendo el testigo Sergio Villarreal Barragán, juzgado en Estados Unidos, participe en videoconferencia mañanera en Palacio Nacional, y narre lo que le consta, desde la cita en el hotel de Gómez Palacio. Éste afirma que el dinero continuó en las campañas de 2012 y 2018. E involucra a hijos mayores de AMLO, visitantes asiduos de Los Chapitos.
“Otro testigo, Nicolás Mollinedo, El Nico, coordinador de logística en campañas de 2006 y 2012, en entrevista que le grabé reconoce que Mauricio Soto Caballero -clave en trama del financiamiento ilegal en la campaña-, era su socio, y también recibió millones de dólares del Cartel de Sinaloa para campaña. Que entregó a él y a José Ramón López Beltrán, su hijo, tarjetas American Express sin límite de crédito”.
El libro enumera pruebas documentales y testimoniales, en expedientes de Cortes de justicia de Estados Unidos, la DEA, CISEN, PGR. Recomendemos su lectura, con pensamiento crítico. Y contengamos el mal común y al narcoestado. Evitemos lluvia de abrazos al crimen organizado. Nos toca.
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