CONTACTO AL MINUTO

Rolando Daza

Apunte:

La inflación no cede, afectando seriamente los hogares con el presupuesto para la manutención (no me alcanzó para todo). Por si fuera poco, en mayor o menor grado, nos tocó vivir la fiebre de las promociones de las tiendas de autoservicio en este verano. A lo mejor por esas “ofertas” es que fuimos salvados ya que ha puesto a nuestro alcance los productos de mayor consumo en nuestro día a día.

Observemos que, aunque oficialmente la inflación de julio se ubica en niveles de 8%, y es la más alta en los últimos 20 años, examinando el promedio de alza es mucho mayor, así lo vemos con productos que en enero se ubicaban en un precio y ahora están hasta 30% más altos.

Revisemos: los fideos para sopas con alzas de 30%; en la panadería las tradicionales conchas, orejas o donas observan ajustes arriba de 20% a 30%; el aceite vegetal, pasó de niveles de 30 pesos a niveles arriba de 50 pesos, dependiendo la marca.

Qué comentamos de los productos del campo como el aguacate, la cebolla, la papa, el jitomate o los que están fuera de nuestra canasta básica, como los pastelillos, los refrescos, en el que algunas presentaciones han aumentado más de 10% en los últimos 7 meses.

Julio hizo de las suyas. Walmart, Soriana, la Comer entre otras pusieron más atención en las ventas por volumen y apostaron con todo al 3 x 2 en esta temporada de verano. Los resultados indican que los clientes aceptaron esta promoción. Así lo vimos en los reportes correspondientes al 2do. trimestre, donde los resultados de las empresas fueron de doble dígito, y los datos de la ANTAD de julio recalcan estas estrategias.

Destaca incluso Walmart, que tiene los “precios bajos siempre” como eslogan de promoción, que en años anteriores estaba alejado de estas promociones, este año lanzó “summerdays”, en la que oferta los productos en promociones de volumen. También ofrecen descuentos hasta 20% en los productos de marca propia, con los que han logrado capturar al consumidor que se ha visto afectado por el incremento en precios.

La inflación está pasando factura a todas las familias y a todos los sectores en general, pero más al segmento de menores ingresos; recordemos que, de acuerdo con los datos de ingreso gasto de la población, los segmentos de bajos ingresos destinan entre 30% y 50% de sus ingresos a comida y necesidades básicas, mientras que el segmento medio destina entre el 15% y 25%.

De continuar el incremento en precios, el efecto es que las familias reacomoden su ingreso y comiencen a dejar de comprar o gastar en bienes como ropa y esparcimiento, lo que al final se traduciría en una mayor desaceleración de la economía.

Lo anterior no es una buena noticia, de no tener un control inflacionario en el corto plazo los positivos resultados que observamos en la primera mitad del año no se repetirán cuando concluya. El panorama señala cautela en nuestro gasto.

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