Marycarmen Soria Narváez
En los últimos días se ha presentado la discusión sobre la reforma electoral, y hay quienes dicen que de ser aprobada cambiaría radicalmente la elección de representantes populares, que el INE está en peligro de extinción y el Padrón Electoral en riesgo.
El objetivo de esta reforma que plantea el presidente es que los consejeros del INE y los magistrados sean elegidos por el voto popular; pero la pregunta es ¿se puede defender lo que no se conoce?, en el Padrón Electoral hay 25 millones de personas de 18 a 30 años, nacieron cuando empezaron las reformas en lo electoral y no vivieron las elecciones organizadas desde el gobierno a través de la Comisión Federal Electoral, encabezada por la Secretaría de Gobernación y su titular era Manuel Bartlett Díaz, hoy titular de la Comisión Federal de Electricidad en el actual gobierno federal.
El 6 de julio de 1988 millones de mexicanos acudieron a emitir su voto. El nivel de participación fue de 50.4%; el triunfo del priísta de aquel 1988 fue muy cuestionado. Hace 30 años no existía un órgano político independiente del gobierno que organizara las elecciones y realizara el conteo de votos, los primeros resultados debieron comenzar a aparecer en las pantallas del Registro Nacional de Electores hacia las 19:00 horas del 6 de julio, pero esto no ocurrió, uno de los comisionados informó que el sistema de cómputo se había “caído”
Los candidatos presidenciales Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel J. Clouthier, y Rosario Ibarra, se unieron para denunciar el fraude electoral y acudieron a las oficinas de la Secretaría de Gobernación y realizaron varias protestas.
Estos millones de jóvenes no están motivados a defender al INE, porque no conocen la historia detrás de este Instituto, no vivieron las luchas, manifestaciones y muertos que hubo para lograr los cambios, que se propusieron desde la izquierda.
Pero hay otros 23 millones de empadronados que tienen de 55 años en adelante, que ellos sí vivieron esas elecciones, esos hechos de violencia, coerción y manipulación de las elecciones, que vieron en 1996 cuando el Congreso reforzó la autonomía e independencia del IFE, al desligar por completo al Poder Ejecutivo de su integración y reservar el voto para los consejeros ciudadanos.
La otra pregunta será ¿si ellos si defenderán al INE, si Cuauhtémoc Cárdenas, los hermanos Clouthier, todos esos actores políticos que promovieron y lucharon por esos cambios, ahora van a defender al INE?
Por qué no veo algo interesante, organizado y fundamentado por parte de los Partidos Políticos para generar un debate serio sobre el tema para que los ciudadanos estemos en condiciones de aceptar o rechazar esta propuesta de reforma electoral y menos capacidad de movilización, el tiempo también juega y estamos muy cerca de las próximas elecciones del 2024.
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