La corrupción, al igual que la violencia, es un problema grave en México, afirmó el Obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz.
El prelado, en conferencia, comentó que a diario se habla de víctimas colaterales, secuestros, extorsiones y asesinatos, pero no de la corrupción.
Díaz mencionó que la corrupción a diario penetra familias e instituciones y todos los ámbitos de la vida.
“Es una corrupción y un hedor penetrante al que parece que nos hemos acostumbrado y del que sólo en ocasiones somos conscientes, hemos alejado a Dios de nuestras vidas”, añadió.
Enrique Díaz manifestó que la población ha optado por otros valores: el placer, el dinero, la ambición y el poder.
“Y cuando descubrimos que se han metido con una gran enfermedad en todo el cuerpo, nos asustamos y quisiéramos dar marcha atrás, pero sin dejar de vivir en corrupción”, declaró.
El Obispo de Irapuato mencionó que hoy en día hay muchas personas que lloran por el asesinato, la desaparición o por tener hijos perdidos en las drogas.
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