Militantes críticos del PRI han cuestionado la legalidad del proceso, argumentando que la reforma a los estatutos del partido, que se realizó en medio del proceso electoral, viola las normas establecidas. Anunciaron su intención de impugnar el resultado ante el Tribunal Electoral.
Alejandro Moreno Cárdenas calificó el proceso como un ejercicio democrático, con votaciones claras y secretas. Aseguró que se llevó a cabo de manera transparente y competitiva, y destacó que todos los aspirantes tuvieron igualdad de oportunidades. Agradeció a los contendientes derrotados, Piñón y Betanzos, por su participación y se comprometió a incorporar sus propuestas para fortalecer al partido.
Moreno Cárdenas reconoció que el PRI enfrenta el desafío de reformarse para recuperar el apoyo popular, un reto que consideró como uno de los más grandes en tiempos recientes. Subrayó que el partido no debe sucumbir al fatalismo.
En cuanto a la reforma del presidente López Obrador, ‘Alito’ Moreno rechazó cualquier propuesta que busque limitar al Poder Judicial, calificando la reforma como un ataque al sistema de pesos y contrapesos. Reiteró el respaldo del PRI a las instituciones autónomas, al Tribunal Electoral, a sus magistrados, y al Instituto Nacional Electoral.
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