Rolando Daza
Apunte:
Sin duda, el poder trastorna… parece increíble que en los últimos meses de su mandato el presidente de la república esté más preocupado por mantenerse en el centro del poder, de dictar la línea a seguir y pretender un legado que los mexicanos conserven en sus mentes.
Sin duda, la política se impone a la economía, al bienestar, al progreso. Deberíamos estar hablando del tema: México es el primer exportador mundial, por encima de China, hacia el mercado norteamericano, esa es la noticia… “Estados Unidos importó más bienes y servicios de México que de ningún otro país del mundo en 2023 y desplazó a China por primera vez en 21 años, según datos publicados por la Oficina del Censo de EUA el miércoles pasado. Las exportaciones mexicanas a su vecino sumaron 475.606 millones de dólares el año pasado, un salto de 4,6% en comparación con 2022. Por su parte, China le vendió 20% menos a los estadounidenses en 2023 en comparación con el año anterior. Las exportaciones sumaron 427.229 dólares”.
Presumiendo una energía y presencia en la política mexicana, el presidente presentó, el lunes 5 de febrero Día de la Constitución de México, diversas propuestas de reformas constitucionales. Según indicó, pretende lograr la recuperación de la dignidad nacional (¿cuándo se perdió), la permanencia de su movimiento en la historia (parte valiosa para él) y el fin del periodo neoliberal.
Intenta ser el centro de la política de su partido, de su candidata (la cual se adhirió a las propuestas), que todo en México gire en torno a él, no importa la economía, la seguridad o el bienestar de los ciudadanos. Él lleva la batuta en estas estas elecciones.
Sin embargo, el presidente enseñó sus debilidades y el fin de su proyecto de transformación que trató de mostrar en su privada ceremonia. Exhibió al hombre cuyo tiempo pasó para estar en la historia. Su voz se escuchó en el Palacio Nacional para asegurar los aplausos, para cuidar la presencia de los propios y la ausencia de los demás, contradiciendo sus palabras sobre la recuperación del espíritu de la Constitución, la cual se presentó por primera vez en el espacio público del Teatro de la República en Querétaro.
En su ceremonia, fue presentado como el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandante en jefe de las fuerzas armadas, solo estuvo con sus subordinados y ningún otro de los otros poderes federales o estatales. Fue un homenaje para sí mismo, presentó su gran hazaña nacional, fue su momento estelar para la historia.
El sexenio de AMLO termina, poco le queda por hacer. Prefirió concentrar el poder, en lugar de hacer los cambios de fondo que pudo hacer, nos contó lo que haría con sus facultades y dejó pasar las oportunidades… su mayor logro, dividir a los mexicanos (y no hablamos de los abusos de sus hijos con el poder). Las oportunidades las tuvo, y las dejó ir.
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