Rolando Daza
Apunte:
La situación es contundente, los gobiernos de México ya no pueden ser indolentes con su compromiso de respetar, proteger y garantizar el derecho humano al agua potable y su saneamiento. La crisis hídrica que estamos viviendo en las ciudades de Guanajuato como León y otras en el país como Monterrey o la CDMX, tienen una fecha estimada en la que el agua dejará de ser suficiente para los habitantes. El Día Cero ya está en nuestro panorama y las autoridades guardan la fecha para no afectar las elecciones.
Recientemente, el ex titular de la Conagua, José Luis Luege, señaló a Carmen Aristegui que el desabasto de agua debe ser atendido como un tema de seguridad nacional, debido a que afectará gravemente a cerca de 22 millones de personas en el Valle de México, y cantidades semejantes en el resto del país. También reconoció como “inconcebible” que no exista ningún sistema debidamente estructurado para captación del agua de lluvia; aproximadamente el 72% del agua de lluvia que cae en las ciudades se evapora, según cifras oficiales.
Entonces, ¿la captación resolvería el problema del abastecimiento? Desafortunadamente, no del todo. Y es que, como muchos de los problemas que han generado estos tiempos, se trata de un tema de recursos y de su destino.
La Conagua comenzó sus operaciones de este año con una reducción presupuestal del 12% respecto al año pasado. Según Luis Miguel González en El Economista, en octubre de 2023, los $62,600 millones que tiene la Comisión para trabajar es apenas un poco más del 50% de los $120,000 millones que recomendó el Consejo Consultivo del Agua (va a recibir $120,000 millones este año el Tren Maya).
En Contacto hemos comentado cuáles son las prioridades del gobierno federal y estatal, y la situación del agua no lo es.
En el mundo, hay países que experimentan una severa crisis hídrica. En 2018 en Sudáfrica paso algo semejante a lo que enfrentamos, logrando reducir la crisis porque las duras sequías cesaron repentinamente y pudieron comenzar a almacenar agua. En el estado no hemos invertido ni nos hemos preparado para la escasez del agua… Estamos a la buena de Dios y en espera que lleguen las lluvias para resolver la situación.
Es urgente tomar acciones inmediatas, considerando que son para el mediano y el largo plazo, la sobreexplotación del agua, conjugada con un sistema de captación y distribución deficientes, y una pobre inversión en la materia, por ello es necesario tomar acciones. Asimismo, la administración pública debe tomar decisiones, enviando los recursos necesarios a las instituciones capacitadas para lidiar con esta situación, que no quieren ampliar a la población por el tema de las elecciones.
De lo contrario, esto que nos entristece en este momento, se hará cada vez más constante, más intenso, el colapso de nuestra civilización… la situación continuará agravándose, lo que pone en riesgo la garantía al agua de todas las personas.
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