Rolando Daza
Apunte:
Es extraño, parece que tomaron el papel que les corresponde, nuestros legisladores actuaron en algo tan sencillo, orientado en beneficiar la dignidad de las personas que laboran en ciertas empresas.
Tiempo atrás, los carteros repartían la mensajería cargando un costal o unas alforjas, en algunos casos un carrito con ruedas, todos de pie… En la actualidad, en la mayoría de los restaurantes las personas que atienden a los comensales, para hacer su trabajo, tienen que portar enormes bandejas llenas de platos para servir una mesa, por ninguna circunstancia pueden sentarse… En el avión, hay personas que se quejan de que las azafatas se sientan cuando despega el avión… Vamos a los supermercados y quienes nos atienden en las cajas no pueden sentarse, todo el tiempo, 8 horas, de pie.
En negocios en el país, esto sucede todos los días. También existen empresas donde los obreros deben permanecer de pie largas jornadas sin poder descansar ni un minuto, ya sea porque los empresarios consideran que afectan a la productividad o dan mala imagen. En días pasados, el Senado tomó en serio su papel, tomando una decisión correcta, la Ley Silla, la que obliga a los negocios o empresas, permitir el descanso de los trabajadores en un asiento con respaldo o un simple descanso por momentos durante el trabajo. En las actividades comerciales y empresariales del país, son diversos los empleos que requieren horas y horas de pie para hacer su trabajo, provocando estragos en la salud, o que las personas duren poco tiempo en el mismo… Por ello, Ley Silla, Bienvenida.
La Ley atiende una situación que afectaba a las personas. Parecía un estado de esclavitud o servidumbre inaceptable en estos tiempos. El empleado debe estar de pie al servicio constante que de él se requiera. Eso de sentarse… ¿qué es eso de sentarse? En los restaurantes hay una legión de meseros, de pie esperando que cualquiera levante la mano o la mirada para correr a servir. Si estuvieran sentados, ¿no serían tan diligentes, no traerían los alimentos a tiempo? Es hora de ir cambiando tan rancias costumbres por una buena salud laboral.
Los senadores (conste que no hablamos de partidos) se pusieron las “pilas” para cuidar la dignidad laboral de las personas, todavía pueden más, por ejemplo, atendiendo a las mujeres que tienen que trabajar en minifalda o grandes escotes o zapatos de tacón alto… dignificar a la mujer “objeto” para satisfacción de una clientela. Hay muchas cosas que mejorar. Trabajar bien y en las mejores condiciones, eso es la dignidad. Ahora en el 2024, el Senado nos obliga a pararnos sobre el asunto. De pie para recibir mejores noticias. Menos política y más bienestar de las personas.
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