Rolando Daza
Apunte:
Es un tema recurrente en los comentarios que hemos formulado. La falta de agua es una situación que afecta cada vez más a la población y a los estados. El pasado 4 de julo la Conagua declaró en estado de emergencia a Sonora, Chihuahua, Coahuila y Baja California. También advirtió a Michoacán, Guerrero, Chiapas, Colima, Jalisco y el sur de Veracruz.
Pese a esta advertencia, para este año no se prevé una disminución en la producción agrícola; excepto en los granos. Sin embargo, la declaratoria de la Conagua es una llamada de atención para resolver el problema lo antes posible.
No por un decreto se va a solucionar.
En México hay dos cosechas: primavera-verano, que es con lluvias, y es cuando se producen granos. La segunda es la cosecha de otoño-invierno, donde casi toda la siembra es a través de riego. La falta de lluvias genera en este momento un retraso en la siembra.
A pesar de la disminución de granos, la Secretaría de Agricultura estima una producción agrícola de 273.3 millones de toneladas, lo que representaría 1.8% más respecto a 2021 y 3.1% más en comparación con 2020, de acuerdo con las Expectativas Agroalimentarias del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
México siempre ha importado productos agrícolas. La cosecha en Estados Unidos “se ve que viene bien”, por lo que no hay preocupación por el abasto para el consumo mexicano; en cuanto a frutas y hortalizas, México es el séptimo productor a nivel mundial, por lo que una reducción en la cosecha, impactará en las exportaciones, pero no al mercado local.
En los primeros seis meses de 2022, la precipitación promedio en los estados donde están las principales presas de uso agrícola del país -Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas- fue 22% menor al promedio de los últimos cinco años. México no dispone de las mejores condiciones hídricas, para enfrentar una sequía.
Existen técnicas para hacer un uso más eficiente del agua para empleo agrícola como los invernaderos, el riego por goteo o aspersión que se puede programar; además de cultivos hidropónicos y los trasplantes, sin embargo, no hay inversión. ¿Quién pone los recursos? Nuestro gobierno está más preocupado por la política que por la economía.
Es necesario hacer inversiones sustantivas, que lleven a un mejor uso de agua en las ciudades y en el campo, antes de que haya una mayor repercusión en la producción de alimentos, en la salud de la población y en el bolsillo.
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