Empleados agrícolas mexicanos en EU

Marycarmen Soria Narváez

Los trabajadores agrícolas mexicanos también padecen violaciones constantes a sus derechos laborales en Estados Unidos constantes a sus derechos laborales. Ahora que se están discutiendo las quejas de Estados Unidos y Canadá contra México en el marco del T-MEC o USMC, vale la pena consultar un reporte elaborado en 2020 por un centro de estudios independiente, el Economic Policy Institute (EPI), acerca de la situación de los trabajadores agrícolas que laboran en Estados.

Según el reporte, estos trabajadores ganan los salarios más bajos de ese país y sufren una cantidad de atropellos en su lugar de trabajo como robo de salarios por parte de los empleadores; alojamiento y transportación de los trabajadores inadecuados; despidos injustificados y registros irregulares de sus contratos, entre otras, que no cumplen con las leyes previstas para proteger a los trabajadores rurales sobre todo en los estados de California y Florida.

La detección de las violaciones a las leyes laborales se complica por dos razones:

Primero, debido a que gran parte de los trabajadores rurales son indocumentados o sólo tienen permisos temporales (con la visa H-2 A). Su situación migratoria dificulta que hagan las quejas correspondientes. Por otro lado, las autoridades del trabajo de EU carecen de capacidad para hacer cumplir la ley debido a la falta de fondos y de personal.

Por lo que puede suponerse que hay millones de mexicanos que laboran en empresas rurales en Estados Unidos que sufren constantes agresiones a sus derechos laborales. Sólo una pequeña parte recibe atención por parte de las autoridades y muchos casos quedan ocultos y por lo tanto se repiten cada año, nuestro país no debe de dejar de reclamar el cumplimiento del T-MEC del lado estadounidense.

A pesar de todos los abusos, muchos mexicanos buscan el sueño americano, porque a pesar de todo tienen mejores ingresos por el cambio del dólar, les permite ayudar a su familiares a cubrir gastos de medicamentos, escuela, alimentación, a construir su terreno o sembrar sus tierras, porque a pesar de las violaciones a sus derechos laborales pueden trabajar y ganar dinero que muchas veces no pueden hacerlo en nuestro país por la corrupción, la violencia y la falta de oportunidades.

Su esfuerzo y sacrificio se pueden ver reflejados en una mejor calidad de vida cuando regresen para ellos y sus familias, si también aquí, los familiares que se quedan reconocen el sacrificio que ellos hacen, y efectivamente aplican ese dinero en las cosas que necesitan, ahorran e invierten de manera constante, sin gastos superfluos, trabajando también para conseguir los pocos pesos que se pueda, para sumarlos a esos dólares ganados, no sólo esperando poder cobrar la remesa y vivir únicamente de lo que ellos manden, para que también nuestra ciudad y país crezcan, para que cada vez menos generaciones se vayan del país como obligación y por necesidad, sino como una opción.

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