Ciudad de México, 8 de mayo de 2022.- Pese a que en México aún no se reporta algún caso de hepatitis aguda grave de causa desconocida, epidemiólogos llamaron a la comunidad médica y a los padres de familia a estar atentos ante síntomas y signos que alerten de un posible mal hepático, entre ellos, ictericia (piel y mucosas amarillas), dolor abdominal, diarrea y vómitos.
Luego de que la Organización Mundial de la Salud lanzó en abril una alerta epidemiológica por casos de hepatitis aguda grave de etiología desconocida –que afecta a menores de 16 años y que hasta el 1º de mayo reportaba 228 casos–, el especialista hizo hincapié en la vigilancia epidemiológica. “Hay que esperar la información para saber la causa directa y el mecanismo de transmisión para que podamos ejercer medidas específicas de control”.
Expertos de diferentes países señalan que la hepatitis es una inflamación del hígado que genera una elevación de las proteínas transaminasas en la sangre. Las causas pueden ser múltiples. Además de los virus a, b, c, d y e, se cuenta el adenovirus, que está siendo estudiado como posible causa de la hepatitis aguda grave.
Ese agente infeccioso “no tan comúnmente produce esta enfermedad”. El adenovirus así como los otros virus que la desatan, “en algunos casos pueden presentar cuadros graves que llegan a insuficiencia hepática”.
En un comunicado, la Organización Panamericana de la Salud detalla que las manifestaciones clínicas de los casos identificados a la fecha corresponden a una hepatitis aguda con transaminasas elevadas. La mayoría de los casos presentaron ictericia, además de signos y síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, diarrea y vómitos.
Ninguno de los pacientes tuvo fiebre, agregó, así como tampoco se identificó la infección por los virus a, b, c, d y e. Asimismo, señala que la evolución clínica es variable. A la fecha, 10 por ciento ha requerido trasplante de hígado.
En un posicionamiento de las sociedades de Pediatría, Infectología Pediátrica y de Urgencia Pediátricas de España, señalaron que en la niñez las causas infecciosas –y dentro de estas las víricas– son las más comunes en el desarrollo de la hepatitis, aunque no se deben dejar de lado otras, como las tóxicas; el uso de fármacos o hierbas medicinales; las razones inmunológicas, así como las crónicas originadas por enfermedades metabólicas o genéticas.
El miércoles pasado, el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica publicó un aviso, a fin de que todas las unidades médicas reporten posibles casos sospechosos.
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